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Proyecto Historia HK

Me recosté sobre mi cama, y mire fuera de mi ventana. Poco a poco veía como el sol se iba escondiendo, y como la obscuridad comenzaba a apoderarse de la ciudad. Nadie podía escapar, la noche llegaría tarde o temprano y sería inevitable. Los imponentes edificios, ni ellos escapan, las personas, famoso, gente importante. Podran haber hombres en esta tierra con suficiente plata como para hacer lo que se les antoje, todo menos detener la noche. Personas, que con sus luces artificiales intentan burlar sus miedos, intentan crear un falso sol que los protega. Sólo se están engañando, no se puede huir, la obscuridad, tarde o temprano, nos halla.
Alguien normal, al ver la perturbante escena del sol escondiendose, comensaría a sentir un miedo, un, desagrado. Por mi parte, siento alivio. Cada vez que cae la noche, me sientro reavilitalizado. No bajo mi propia voluntad, devo dormir, apagarme, volverme un ser sin sentimientos durante unas horas, hasta que "la horrible" noche desaparece. Muchas veces, más bien, siempre, termino despertandome una y otra vez; a las 2:00, a las 4:00 a las 5:30....cada vez que me despierto, me siento en mi cama y miro hacia mi derecha, donde se halla la ventana, una ventana que permance cerrada, una ventana que no me deja escapar, una ventana que no deja que la bella noche entre a mi piesa, y duerma conmigo. Una ventana que detenía mis llamados.
Había tenido un mal día, estaba en época de exámenes y no había logrado terminar el de matemáticas, si lo hubiese hecho, habría tenido un promedio 7....pero yo no quise, no quize terminarla porque no quiero que me alaben y me premien por no hacer nada. Nací con un don, nací diferente al resto. Nunca he logrado encajar en mi colegio, ni en ningun lugar. Al estar con personas, seres humanos comunes y corrientes, me siento ahogado. Hoy mi madre me sermoneó, que soy flojo, y que hací no llegaré a ser nada en la vida, bueno pues, no me importa. No quiero terminar el colegio, no quiero estudiar, sólo quiero salir; espcapar. Este lugar ya me tiene harto, todos me tienen harto, el mundo entero. Siempre haciéndolo a uno esforsarse por algo innecesario, que las notas te ayudaran en el futuro, que te puedes ganar una veca. No quiero vecas, y mi futuro, los estudios no están incluidos.
Sólo quiero salir, liberarme. Acabar con esto de una buena vez. Me gustaría poder estar afuera, en la noche, donde nadie me pida nada, ni espere bien de mi. Eso es lo más dificil de ser dotado, todos siempre esperando que digas algo inteligente, que produscas una buena obra de arte. Ni les importa lo que uno piensa, sólo lo que uno puede darle en monedas.
Como dije antes, había sido un pésimo día, y estaba arto, decidí huir, decidí romper esa ventana, esa barrera que me separa del mundo que yo quería. Me levanté finalmente de mi cama y busque en mi ropero por algo que ponerme. Me coloque algo usual, una polera negra de un grupo de musica que me gustaba mucho, unos pantalones grises y un polerón, de esos con cierre y capucha. Quería cubrirme, en caso de que me encontrase con algun conocido. Pensé en la posibilidad de que alguien entrase a mi piesa, así que coloqué unas toayas de playa que tenía sobre mi silla, y las puse debajo de la frasada, sólo para burlar a mi madre por un tiempo.
Me acerqué finalmente a mi ventana, soltando el pestillo la abrí. Una calida brisa me inundó, me sentí reliefed, libre alfin. Aunque, me hallaba en un segundo piso. Frente a mi, un árbol. Colocando mi pié derecho sobre el marco, me impulsé y di un salto. Choque de frente con las ramas del árbol, y me agarré de ellas, eran lo suficientemente fuertes, y no se rompieron pero, lentamente comenzaron a bajar. Cuando me hallaba a una altura razonable, me solté, callendo como todo un profecional en el suelo. Al soltarme, las ramas se elevaron nuevamente, y al parecer, esto despertó a mi madre. Vi desde abajo como la luz de su piesa se predía, un momento más tarde, unas manos cerraron mi ventana...al parecer, no había notado mi ausencia.
Ya estaba afuera, resulto ser bastante fácil, ni un problema. No sé porque nunca lo hice antes, no me atreví, como muchas otras cosas en mi vida. Nunca he podido hacer algo por mi, algo que yo quiera. Siempre siguiendo instrucciones, una rutina. Ya no, ahora me hallaba afuera de una buena vez, en la ciudad. No era Santiago, no, ya no más. La noche había tomado el control, cambiando la forma y estilo de vida de todo el lugar. Ya no podía ser llamada Santiago, se merecía un mejor nombre. Caminé durante un largo rato, sin rumbo alguno, no lo necesitaba, me sentía bien, satisfecho. Era como cuando uno comienza a pasear por un lugar que conoce y gusta, era la misma sensación, sólo que diez veces más agradable. Una sensación de seguridad.
En mis andansas, di a parar con un pequeño gato negro, con una curiosa mirada. Se hallaba parado sobre un bote de basura, observandome, grabando cada uno de mis movimientos. Tenía grandes ojos amarillos, ojos que penetraban mi mirada. Ese gato, no parecía uno, parecía un ser más inteligente. En ese momento me sentí seguro, que ese pequeño animal me vigilaba, no por andar caminando por su territorio o algo, me vigilaba porque alguien se lo había ordenado. Este gato, me atraía de alguna manera, me sentía obligado a asercarme a él. A medida que me acercaba, él se alejaba, obligandome a seguirlo. Quería llevarme a algun lado, lo seguí por callejones, cada vez aumentando el paso, hasta que se detuvo. Me aserque a él, agachándome le pregunté que ocurría. Un maullido me respondió. Me levanté nuevamente y miré hacia mi izquierda, a no muecha distancia mía, entre el sonido de autos, se desarollaba una pelea muda. Pude divisar a una chica, de aproximadamente trece años, pelo largo y obscuro, en posición de batalla. Dos hombres altos se acercaban a ella, enseguida imaginé lo que ocurría, aunque el verdadero propósito del ataque era más obscuro del que creía. La noceh me había dado fuerzas, me sentía dispuesto a todo y, la escena ya había logrado soltar mi adrenalina. Caminé en dirección a los personajes, cada vez me sentía mas poderoso. Una vez a una distancia prudente, intentando hacerme el héroe frente a la chica, dije:
-Hey, no creen que so...- antes de poder terminar, uno de ellos se había desplasado hacia mi posisión, y me habría golpeado fuertemente en el estomago, un golpe seco que logró mandarme al menos tres metros hacia atras y al suelo.
Me había quitado el aliento, hasta me marié, pero no quise rendirme, y me paré nuevamente, adolorido y sin fuerzas. La chica, aprovechando mi distracción, pateao a uno de los hombres en la cara con un roundhouse kick, este se agacho, ella, saltando sobre su espalda y dandole una patada sertera en la nuca, lo dejó nockeado. Era bastante habil....más de lo que esperaba... El segundo hombre se giró, mirando a la chica, creí que esta serí mi oportunidad, y corrí en dirección a el enemigo para intentar golpearlo, pero este se giró y me dio un golpazo de kanto en las costillas, botandome nuevamente al suelo. Ella, habría saltado para darle una patada en la cabeza, pero no lo logró, el enemigo le tomó por la pierna, y la lanzo en mi dirección, cayonde sobre mi. Nos hallabamos en una situación desastrosa, en especial yo, aunque las últimas movidas del agresor me beneficiaron un tanto. Primero, la chica, que por sierto usaba una minifalda, cayo sobre mí, con su trasero en mi cara. Fue una linda vista, cuando se paró, porque antes de esto solo veía negro. Ahora, ella una vez de pié, tuve una vista más amplia y agradable. No duró mucho, ya que corrió nuevamente al ataque, pero el poco tiempo que observé me despertó. En segundo lugar, el golpe que me habrían dado en las costillas, provocó un extraño efecto en mi. Al inicio, por falta de aire seguramente, vi algo borrozo, y sordo, pero luego, todo se arregló, y pareció verse mejor que antes. Me sentía con más energía, y el golpe ya no me dolía. Me incorporé, y, al ver a la chica dar aquellos rápidos golpes, me lanze contra el enemigo, esta vez, intentó golpearme nuevamente pero, alcansé a reacionar, y cin mi mano derecha, golpeando su brazo, corrí su mano a un lado, haciendolo tambalearse por unos momentos, momento por el cual la chica aprovecho de manotearlo.
Esta vez, logré divisar un destello amarillento cuando dió ese golpe, lo raro es que no me sorprendió, ni me extraño en lo más minimo. Por alguna razón mi mente lo tenía previsto, sabía de que se trataba.
Luego de que el ultimo hombre cayo al suelo, la chica se acerco a mi, me observo y luego pareció murmurar algo.
-Ya veo, es por eso que lograste verme.- Dijo finalmente, acompañado por una dulce sonrrisa.
-A que te refieres, no entiendo, y...esos tipos, ¿te encuentras bien?-
-haha, si, no te preocupes. Creo que tienes el derecho a saverlo.- Miro hacia un lado, bajando su vista, como apuntandome hacia el cuerpo inherte del que una vez me agredió.-¿Seguro que son hombres?-
Hata entonces no lo había notado. Aquellos no se trataban de seres humanos, no eran ni más ni menos que robóts. Androides hechos de metal, objetos que se movían sin vida. Esto hizo que me sintiese algo aliviado, por el hehco que no había atentado contra la vida de un ser humano pero, al mismo tiempo, hizo que me sintiese preocupado de una forma. ¿Robots con forma humana que atacan a niñas indefensas? ¿Que diablos era eso?
-Son sánganos de la corporación. Unos róbots, no muy eficientes, llamados "V-3"- Muchas dudas vinieron a mi cabeza, no fue necesario hacer preguntas, parecía que ella me leía la mente.
-El último golpe que reciviste, el de las costillas, te salvó la vida. Tienes mucha suerte, y al parece yo también. No pensé que hubieran Desviantes de mi edad- Me miró fijamente, como si me examinara. -Bueno, ese golpe, hiso que uno de tus chakras se abriése-
-¿Chakra?-
-Es...la fuerza vital...energía espiritual. Al abrir los chakras, las personas crean un efecto parecido a la adrenalina.-
-Es por eso que pude...¿golpearlo?- No entendía mucho el concepto. Había leido sobre el chakra, pero sólo sabía de su ultilidad meditacional.
-De sierta forma, si. Mira, lo que ocurrió fue que, al abrirse ese punto especifico, dejó que tu energía natural fluyese atravéz de tu cuerpo.-
-Sigo sin entender...a que te refieres con mi energía natural?-
-Mira, tu no eres humano. ¿Está bien? Eres un Desviante, un ser que avanzo un paso en la evolución...bastante grande diría yo.- Me quede perplejo, esas últiams palabras me habían hecho entender un sinfin de cosas...el desprecio que sentía a la gente...todo. Ella no parecía convensida, y decidió darme una demostración gráphica. Dio unos pasos atras, estiró su mano izquierda, solo el dedo índice y del medio hacia afuera. Cerró sus hojos y, sobre sus dos dedos, de una chispa, se creó algo que parecía una pequeña bola de fuego.
-Como desviante, soy capaz de acomular cantidades de energía en mi mano, y controlarla. Muchos de nosotros tienen otras habilidades, algunos no las tienen, pero, el hehco de ser un desviante los hace diferentes a los hombres. No sé si notaste pero, luego del golpe, una vez que te levantaste, fuiste capas de blokear un puñetazo que antés no habrías visto.- Era verdad, luego de aquello, pude pensar más rapido, y reaccionár a los movimientos del enemigo.
Me hallaba sobre mis rodillas, mirando mis manos, pensando en todo lo que había ocurrido. Me sentía un hombre nuevo, había olvidado mi casa y ya no me importaba, desde un principio, nunca me agradó. Esto me iso pensar el porque mis "poderes" se hallaban dormidos. Elevé mi cabeza, y antes de poder preguntar, ella respondió:
-No se porque te hallabas en tal estado, dormido. Alguien devió haber escondido tu voluntad para que no te encontrasen. Alquien quería protegerte de esta guerra oculta.- Ahora si había respondido a todas mis dudas, todas menos una...
-Como te llamas- Me miró sorprendida y luego de meditar me respondió:
-Anita,¿ y tú?- Antes de responderle, pense en mi pasado, aquel en que sólo seguí instruccione se hice lo que se me dijo. Hoy, por primera vez, había hecho algo que yo quería, mi antiguo nombre ya no serviría...
-Me llamo...Ritao, Ritao Nagai. Gusto en conocerte.- Sonreí, y nos dimos la mano. Sin dejar que se la soltase, me tiró hacia un lado, camino a la calle.
-Vamos, es hora que conoscas al resto. En especial a Lázaro, es un buen tipo.-

Al salir de entre los edificios, logre ver la noche. Me pareció que fue la más hermosa que jamas he visto. Un obscuro infinito, manchado por puequeñas luces. En ese momento, no fue la imagen de la noche, sino su alma la que me inundó. Mire a Anita, y sentí que alfín había hallado la felicidad...

-FIN-

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Me recosté sobre mi cama, y mire fuera de mi ventana. Poco a poco veía como el sol se iba escondiendo, y como la obscuridad comenzaba a apoderarse de la ciudad. Nadie podía escapar, la noche llegaría tarde o temprano y sería inevitable. Los imponentes edificios, ni ellos escapan, las personas, famoso, gente importante. Podran haber hombres en esta tierra con suficiente plata como para hacer lo que se les antoje, todo menos detener la noche. Personas, que con sus luces artificiales intentan burlar sus miedos, intentan crear un falso sol que los protega. Sólo se están engañando, no se puede huir, la obscuridad, tarde o temprano, nos halla.
Alguien normal, al ver la perturbante escena del sol escondiendose, comensaría a sentir un miedo, un, desagrado. Por mi parte, siento alivio. Cada vez que cae la noche, me sientro reavilitalizado. No bajo mi propia voluntad, devo dormir, apagarme, volverme un ser sin sentimientos durante unas horas, hasta que "la horrible" noche desaparece. Muchas veces, más bien, siempre, termino despertandome una y otra vez; a las 2:00, a las 4:00 a las 5:30....cada vez que me despierto, me siento en mi cama y miro hacia mi derecha, donde se halla la ventana, una ventana que permance cerrada, una ventana que no me deja escapar, una ventana que no deja que la bella noche entre a mi piesa, y duerma conmigo. Una ventana que detenía mis llamados.
Había tenido un mal día, estaba en época de exámenes y no había logrado terminar el de matemáticas, si lo hubiese hecho, habría tenido un promedio 7....pero yo no quise, no quize terminarla porque no quiero que me alaben y me premien por no hacer nada. Nací con un don, nací diferente al resto. Nunca he logrado encajar en mi colegio, ni en ningun lugar. Al estar con personas, seres humanos comunes y corrientes, me siento ahogado. Hoy mi madre me sermoneó, que soy flojo, y que hací no llegaré a ser nada en la vida, bueno pues, no me importa. No quiero terminar el colegio, no quiero estudiar, sólo quiero salir; espcapar. Este lugar ya me tiene harto, todos me tienen harto, el mundo entero. Siempre haciéndolo a uno esforsarse por algo innecesario, que las notas te ayudaran en el futuro, que te puedes ganar una veca. No quiero vecas, y mi futuro, los estudios no están incluidos.
Sólo quiero salir, liberarme. Acabar con esto de una buena vez. Me gustaría poder estar afuera, en la noche, donde nadie me pida nada, ni espere bien de mi. Eso es lo más dificil de ser dotado, todos siempre esperando que digas algo inteligente, que produscas una buena obra de arte. Ni les importa lo que uno piensa, sólo lo que uno puede darle en monedas.
Como dije antes, había sido un pésimo día, y estaba arto, decidí huir, decidí romper esa ventana, esa barrera que me separa del mundo que yo quería. Me levanté finalmente de mi cama y busque en mi ropero por algo que ponerme. Me coloque algo usual, una polera negra de un grupo de musica que me gustaba mucho, unos pantalones grises y un polerón, de esos con cierre y capucha. Quería cubrirme, en caso de que me encontrase con algun conocido. Pensé en la posibilidad de que alguien entrase a mi piesa, así que coloqué unas toayas de playa que tenía sobre mi silla, y las puse debajo de la frasada, sólo para burlar a mi madre por un tiempo.
Me acerqué finalmente a mi ventana, soltando el pestillo la abrí. Una calida brisa me inundó, me sentí reliefed, libre alfin. Aunque, me hallaba en un segundo piso. Frente a mi, un árbol. Colocando mi pié derecho sobre el marco, me impulsé y di un salto. Choque de frente con las ramas del árbol, y me agarré de ellas, eran lo suficientemente fuertes, y no se rompieron pero, lentamente comenzaron a bajar. Cuando me hallaba a una altura razonable, me solté, callendo como todo un profecional en el suelo. Al soltarme, las ramas se elevaron nuevamente, y al parecer, esto despertó a mi madre. Vi desde abajo como la luz de su piesa se predía, un momento más tarde, unas manos cerraron mi ventana...al parecer, no había notado mi ausencia.
Ya estaba afuera, resulto ser bastante fácil, ni un problema. No sé porque nunca lo hice antes, no me atreví, como muchas otras cosas en mi vida. Nunca he podido hacer algo por mi, algo que yo quiera. Siempre siguiendo instrucciones, una rutina. Ya no, ahora me hallaba afuera de una buena vez, en la ciudad. No era Santiago, no, ya no más. La noche había tomado el control, cambiando la forma y estilo de vida de todo el lugar. Ya no podía ser llamada Santiago, se merecía un mejor nombre. Caminé durante un largo rato, sin rumbo alguno, no lo necesitaba, me sentía bien, satisfecho. Era como cuando uno comienza a pasear por un lugar que conoce y gusta, era la misma sensación, sólo que diez veces más agradable. Una sensación de seguridad.
En mis andansas, di a parar con un pequeño gato negro, con una curiosa mirada. Se hallaba parado sobre un bote de basura, observandome, grabando cada uno de mis movimientos. Tenía grandes ojos amarillos, ojos que penetraban mi mirada. Ese gato, no parecía uno, parecía un ser más inteligente. En ese momento me sentí seguro, que ese pequeño animal me vigilaba, no por andar caminando por su territorio o algo, me vigilaba porque alguien se lo había ordenado. Este gato, me atraía de alguna manera, me sentía obligado a asercarme a él. A medida que me acercaba, él se alejaba, obligandome a seguirlo. Quería llevarme a algun lado, lo seguí por callejones, cada vez aumentando el paso, hasta que se detuvo. Me aserque a él, agachándome le pregunté que ocurría. Un maullido me respondió. Me levanté nuevamente y miré hacia mi izquierda, a no muecha distancia mía, entre el sonido de autos, se desarollaba una pelea muda. Pude divisar a una chica, de aproximadamente trece años, pelo largo y obscuro, en posición de batalla. Dos hombres altos se acercaban a ella, enseguida imaginé lo que ocurría, aunque el verdadero propósito del ataque era más obscuro del que creía. La noceh me había dado fuerzas, me sentía dispuesto a todo y, la escena ya había logrado soltar mi adrenalina. Caminé en dirección a los personajes, cada vez me sentía mas poderoso. Una vez a una distancia prudente, intentando hacerme el héroe frente a la chica, dije:
-Hey, no creen que so...- antes de poder terminar, uno de ellos se había desplasado hacia mi posisión, y me habría golpeado fuertemente en el estomago, un golpe seco que logró mandarme al menos tres metros hacia atras y al suelo.
Me había quitado el aliento, hasta me marié, pero no quise rendirme, y me paré nuevamente, adolorido y sin fuerzas. La chica, aprovechando mi distracción, pateao a uno de los hombres en la cara con un roundhouse kick, este se agacho, ella, saltando sobre su espalda y dandole una patada sertera en la nuca, lo dejó nockeado. Era bastante habil....más de lo que esperaba... El segundo hombre se giró, mirando a la chica, creí que esta serí mi oportunidad, y corrí en dirección a el enemigo para intentar golpearlo, pero este se giró y me dio un golpazo de kanto en las costillas, botandome nuevamente al suelo. Ella, habría saltado para darle una patada en la cabeza, pero no lo logró, el enemigo le tomó por la pierna, y la lanzo en mi dirección, cayonde sobre mi. Nos hallabamos en una situación desastrosa, en especial yo, aunque las últimas movidas del agresor me beneficiaron un tanto. Primero, la chica, que por sierto usaba una minifalda, cayo sobre mí, con su trasero en mi cara. Fue una linda vista, cuando se paró, porque antes de esto solo veía negro. Ahora, ella una vez de pié, tuve una vista más amplia y agradable. No duró mucho, ya que corrió nuevamente al ataque, pero el poco tiempo que observé me despertó. En segundo lugar, el golpe que me habrían dado en las costillas, provocó un extraño efecto en mi. Al inicio, por falta de aire seguramente, vi algo borrozo, y sordo, pero luego, todo se arregló, y pareció verse mejor que antes. Me sentía con más energía, y el golpe ya no me dolía. Me incorporé, y, al ver a la chica dar aquellos rápidos golpes, me lanze contra el enemigo, esta vez, intentó golpearme nuevamente pero, alcansé a reacionar, y cin mi mano derecha, golpeando su brazo, corrí su mano a un lado, haciendolo tambalearse por unos momentos, momento por el cual la chica aprovecho de manotearlo.
Esta vez, logré divisar un destello amarillento cuando dió ese golpe, lo raro es que no me sorprendió, ni me extraño en lo más minimo. Por alguna razón mi mente lo tenía previsto, sabía de que se trataba.
Luego de que el ultimo hombre cayo al suelo, la chica se acerco a mi, me observo y luego pareció murmurar algo.
-Ya veo, es por eso que lograste verme.- Dijo finalmente, acompañado por una dulce sonrrisa.
-A que te refieres, no entiendo, y...esos tipos, ¿te encuentras bien?-
-haha, si, no te preocupes. Creo que tienes el derecho a saverlo.- Miro hacia un lado, bajando su vista, como apuntandome hacia el cuerpo inherte del que una vez me agredió.-¿Seguro que son hombres?-
Hata entonces no lo había notado. Aquellos no se trataban de seres humanos, no eran ni más ni menos que robóts. Androides hechos de metal, objetos que se movían sin vida. Esto hizo que me sintiese algo aliviado, por el hehco que no había atentado contra la vida de un ser humano pero, al mismo tiempo, hizo que me sintiese preocupado de una forma. ¿Robots con forma humana que atacan a niñas indefensas? ¿Que diablos era eso?
-Son sánganos de la corporación. Unos róbots, no muy eficientes, llamados "V-3"- Muchas dudas vinieron a mi cabeza, no fue necesario hacer preguntas, parecía que ella me leía la mente.
-El último golpe que reciviste, el de las costillas, te salvó la vida. Tienes mucha suerte, y al parece yo también. No pensé que hubieran Desviantes de mi edad- Me miró fijamente, como si me examinara. -Bueno, ese golpe, hiso que uno de tus chakras se abriése-
-¿Chakra?-
-Es...la fuerza vital...energía espiritual. Al abrir los chakras, las personas crean un efecto parecido a la adrenalina.-
-Es por eso que pude...¿golpearlo?- No entendía mucho el concepto. Había leido sobre el chakra, pero sólo sabía de su ultilidad meditacional.
-De sierta forma, si. Mira, lo que ocurrió fue que, al abrirse ese punto especifico, dejó que tu energía natural fluyese atravéz de tu cuerpo.-
-Sigo sin entender...a que te refieres con mi energía natural?-
-Mira, tu no eres humano. ¿Está bien? Eres un Desviante, un ser que avanzo un paso en la evolución...bastante grande diría yo.- Me quede perplejo, esas últiams palabras me habían hecho entender un sinfin de cosas...el desprecio que sentía a la gente...todo. Ella no parecía convensida, y decidió darme una demostración gráphica. Dio unos pasos atras, estiró su mano izquierda, solo el dedo índice y del medio hacia afuera. Cerró sus hojos y, sobre sus dos dedos, de una chispa, se creó algo que parecía una pequeña bola de fuego.
-Como desviante, soy capaz de acomular cantidades de energía en mi mano, y controlarla. Muchos de nosotros tienen otras habilidades, algunos no las tienen, pero, el hehco de ser un desviante los hace diferentes a los hombres. No sé si notaste pero, luego del golpe, una vez que te levantaste, fuiste capas de blokear un puñetazo que antés no habrías visto.- Era verdad, luego de aquello, pude pensar más rapido, y reaccionár a los movimientos del enemigo.
Me hallaba sobre mis rodillas, mirando mis manos, pensando en todo lo que había ocurrido. Me sentía un hombre nuevo, había olvidado mi casa y ya no me importaba, desde un principio, nunca me agradó. Esto me iso pensar el porque mis "poderes" se hallaban dormidos. Elevé mi cabeza, y antes de poder preguntar, ella respondió:
-No se porque te hallabas en tal estado, dormido. Alguien devió haber escondido tu voluntad para que no te encontrasen. Alquien quería protegerte de esta guerra oculta.- Ahora si había respondido a todas mis dudas, todas menos una...
-Como te llamas- Me miró sorprendida y luego de meditar me respondió:
-Anita,¿ y tú?- Antes de responderle, pense en mi pasado, aquel en que sólo seguí instruccione se hice lo que se me dijo. Hoy, por primera vez, había hecho algo que yo quería, mi antiguo nombre ya no serviría...
-Me llamo...Ritao, Ritao Nagai. Gusto en conocerte.- Sonreí, y nos dimos la mano. Sin dejar que se la soltase, me tiró hacia un lado, camino a la calle.
-Vamos, es hora que conoscas al resto. En especial a Lázaro, es un buen tipo.-

Al salir de entre los edificios, logre ver la noche. Me pareció que fue la más hermosa que jamas he visto. Un obscuro infinito, manchado por puequeñas luces. En ese momento, no fue la imagen de la noche, sino su alma la que me inundó. Mire a Anita, y sentí que alfín había hallado la felicidad...

-FIN-