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Description
----Ya me perdonais por la mala calidad de imagen y color ;; Los dibujos estan hechos a tradicional y escaneados en la papeleria de mi pueblo X'DD no se puede pedir más----

Nombre: Aydin Holbein.
Edad: 15 {21 de Dic. | Sagitario}
Género: Masculino.
Altura: 1'66 m
O.S: Homosexual.

Dote y Habilidad:
Dote: Desorientacion {Bajo- 41 a 60 min}
+Desorientación en el sentido más amplio de la palabra+
El sujeto que se encuentra bajo el influjo de esta dote pierde completamente la noción del tiempo y el espacio... e incluso de sí mismo, lo que provoca que un sentimiento de inquietud e inseguridad se instale en lo más profundo de su pecho.
La persona sobre la que se use este poder pronto terminara siendo presa de sus propios sentimientos, que acabarán por desbordarse y será incapaz de realizar cualquiera de las acciones que pensara hacer antes de verse sumida en tal desesperación al no ser consciente de sus propias acciones y deseos.

Habilidad: Fuerza {Medio}

Ubicación: Actualmente Aydin vive en Vinedy junto a Marcel, su hermano mayor. Tienen alquilado un piso pequeño en uno de los barrios más alejados del centro de la ciudad, aunque es más que suficiente para ambos, pues buscan lo práctico y barato por encima de lo cómodo o lo que ellos consideran "excesivo".

Trabajo y Educación: Ya que hace menos de un año que comenzó sus clases en la Institución no hay mucho que decir sobre sus estudios más que, a pesar de su mala actitud, tan poco jovial y sociable, es un muy buen alumno, atento, estricto y organizado. Le gusta mantenerse ocupado y ejercitarse tanto física como mentalmente, por lo que se toma muy en serio su educación y no hay un solo día que falte a clases.

Tampoco es que tenga nada mejor que hacer, en realidad.

Por otro lado, al ser tan joven, de momento se encuentra desempleado, pero en sus ratos libres toma el papel de "ama de casa" con el fin de ayudar a Marcel cuanto le sea posible y agradecerle de alguna manera que este cuidando tan bien de él y manteniendolo hasta que termine sus estudios y pueda valerse por sí mismo.
Así pues sabe realizar tareas varias del hogar como planchar, limpiar (en todas y cada una de sus variantes), cocinar y un largo etc.

Personalidad: Muy seguro de sí mismo / Orgulloso / Algo gallito / Borde / Diligente / Escéptico / Sobreprotector con aquellos que ama / Celoso / Dependiente, aunque nunca lo admitirá.

Preferencias:
Es un ser nocturno, adora la quietud de la noche y el cielo estrellado. Si pudiera se escabulliría cada noche y saldría a dar largos paseos bajo la tenue luz de la luna, esquivando en la medida de lo posible las chirriantes luces de neon y el gentío... pero por suerte o por desgracia vive con su hermano y éste no parece estar muy por la labor de dejar que deambule solo por las laberínticas e impredecibles calles de Vinedy hasta las tantas. Como se puede deducir por lo anterior, Aydin prefiere la tranquilidad y el silencio al bullicio y el desenfreno. Odia los conflictos, el calor del verano, los sabores amargos, picantes (obviamente le encanta lo dulce), las personas egoistas y/o parlanchinas y que lo traten a él o a cualquier otra persona con lástima o condescendencia.

Historia:
Nació en el seno de una familia humilde y trabajadora, feliz, por lo que le habían contado... pues él no recuerda nada de esto y, en ocasiones, le resulta tremendamente difícil creer en la palabra de sus hermanos, echar la vista atrás e imaginar aquellas escenas entrañables y tan deliciosamente corrientes que solían describirle, en el lugar donde para él solo había recuerdos dolorosos de un padre demasiado frío e indiferente como para preocuparse por la salud y la felicidad de sus hijos. Y es que Aydin, aunque llegó a conocer a su madre, a ver su rostro y acariciarle el cabello rubio con unas manitas diminutas y regordetas, no podía recordar prácticamente nada de aquella época tan feliz, pues según le había contado Marcel y su padre le había echado en cara en innumerables ocasiones (las pocas veces en las que estaba lúcido) tras darle a luz la salud de su madre se vio tremendamente perjudicada, se volvio precaria, débil y cuatro años después falleció.
Los dejó solos, completamente solos. Tras la repentina perdida de su mujer, la persona a la que más había amado y amaría en toda su vida, la personalidad de su padre mutó, se retorció hasta hacer de él un ser ausente, frío... cruel en ocasiones, que poco o nada le importaba que fuera de ellos, pues sólo se limitaba a respirar, a existir, viendo pasar el tiempo como el que ve llover.
Así fue como poco a poco, antes de que les diera tiempo a darse cuenta de qué ocurría, el peso de aquella familia acabó recayendo sobre los estrechos hombros de su hermano mayor quien tomó la responsabilidad en silencio, conforme, pues adoraba a sus hermanos y estos lo adoraban a él.
Eran demasiado jóvenes, demasiado... pero a pesar de las adversidades aquella fue una época feliz en la que los hermanos se apoyaron los unos en los otros, volviendose inseparables. En aquel instante de paz y relativa armonía, ya que Marcel acababa de ingresar oficialmente en la Institución y empleaba gran parte de su tiempo a los estudios, Sylas comenzó a pasar más tiempo con su hermano pequeño y fue el primero en percatarse de que éste aún no había dicho su primera palabra a pesar de su avanzada edad. Preocupado, buscó apoyo fuera de casa, preguntando el porqué a algunos de sus vecinos y despues de que estos trataran de tranquilizarlo, alegando que cada niño era un mundo y que el crio hablaria a su debido tiempo, comenzó a ejercer de profesor, decidido a enseñarle y motivarle... pero fue inutil. El pequeño Aydin entreabria sus labios, imitaba los movimientos de los de su hermano despacio y de verdad intentaba con todas sus fuerzas e ingenio repetir las simples palabras que el mayor pronunciaba una y otra vez, colmándose de paciencia... Sin embargo no era capaz de proferir sonido alguno más alla de unos estrangulados y agudos quejidos que manaban de lo mas hondo de su garganta cuando más se esforzaba y pronto Sylas supo que no había nada que hacer. Una nueva piedra en su camino, un nuevo impedimento. El más pequeño de los tres nunca lograría hablar... siempre seria diferente al resto y esto por lo general nunca era nada bueno.
A este angustioso descubrimiento se unió el hecho de que, pocos años después, Sylas comenzó a ser consciente de sus propias habilidades y al ser declarado "Guardián", ingresó en la Institución junto al mayor de los tres. Cada vez que los veía marchar, cada mañana, los ojos del menor se empañaban y un sentimiento amargo le llenaba la boca. Se iban... todos los días se iban y él se quedaba a solas con su padre, encerrado en casa, durante las largas y angustiosas horas que durasen las clases. Y así vivieron durante dos años más hasta que por accidente, en un arranque de desesperación y de forma inconsciente, con la edad de 12 años, Aydin reveló su dote al mundo, usándola contra su padre.
Y a pesar de haber hecho algo horrible el pequeño sintió su corazón latir desbocado contra su pecho, como si luchara por salir, loco de emoción... ¡Era un guardián! ¡Iría a la Institución junto a sus hermanos! ¡Al fin!
Que bonito hubiera sido si tan sólo acabara aqui la historia... que buen final para una vida llena de desesperanza... pero no.
Aquella dicha sólo duró un año. Dejandose llevar por sus emociones, rigiéndose por sus principios, Sylas huyó de la Institución, de su nueva vida en apariencia perfecta y de sus dos hermanos para convertirse en un renegado y vivir libre al margen de su familia, a la que no volvió a buscar... ¿Por qué? ¿Por qué tenia que ser asi...? ¿Por qué tenia que dejarlo todo? Además, sin decir nada, sin despedirse de ellos... ¿Qué habian hecho mal?
Hoy día, habiendo empezado de nuevo en Vinedy junto a Marcel, lejos de su padre, Aydin sigue haciendose estas preguntas aunque quiera aparentar que nada le importa, que Sylas nunca existio... y su caracter se agria cada día más, consumido por un sentimiento atroz de traición y abandono.

Relaciones:
+Koya, su Ko-bot, siempre le acompaña y casi se podría decir que es su mejor amigo y confidente ya que hay cosas que ni a su hermano es capaz de contar, ya sea por puro orgullo o vergüenza.
Es pequeño, mide aproximadamente un palmo y ha desarrollado una personalidad un tanto chocante, acorde con el caracter difícil de su dueño. Tiene un pequeño añadido a sus circuitos, conectado con un diminuto aparatejo situado en una de las sienes del menor, que le permite traducir los pensamientos de éste y convertirlos en palabras, ya que él es incapaz de hacerlo por sí mismo. Así pues, además de un muy buen compañero, Koya es además la voz de Aydin.

+Su hermano mayor, Marcel, toma tanto el papel de padre como el de amigo. Supone un gran apoyo para él y Aydin es consciente de que prácticamente todo su mundo se derrumbaría si no lo tuviera a su lado. A su parecer, le debe poco menos que la vida y esa es una cuenta pendiente que nunca cree ser capaz de saldar por mucho que haga e intente, pues a pesar de odiar la violencia en todas y cada una de sus formas, Marcel se sacrificó y aceptó convertirse oficialmente en Vigilante por él... en pos de ofrecerle una buena vida, un lugar donde vivir... a su lado.

+El hermano mediano, el hijo pródigo: Sylas. Hubo un tiempo en el que estuvieron muy unidos y la admiración llenaba los ojazos de un pequeño Aydin siempre que estaba con él o alguien, cualquiera, lo mencionaba ya fuera para bien o para mal... Pero Sylas se marchó, los abandonó sin darles una mísera explicación, por pobre que fuera y aquella la adoración que alguna vez sintió se transformó poco a poco en frustración y un profundo resentimiento. Hoy día éste es un tema tabú... Nunca hubo un segundo hijo, siempre fueron dos.

+Su padre vive como un zombie en la ciudad "Y", en la que una vez fue la casa de la familia.
En ocasiones, durante las largas horas diarias que pasa solo, cuando Marcel va a trabajar, Aydin hace de tripas corazón y se arma del valor suficiente para volver a aquel lugar y echar un vistazo a los alrededores, atreviendose a pasar al jardin o sentarse en el porche siempre que ve que no hay moros en la costa... o padres, mejor dicho.
Llevan sin verse años.

Extras:
Voz de Koya: Ikue Otani
www.youtube.com/watch?v=Vhiujs…

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----Ya me perdonais por la mala calidad de imagen y color ;; Los dibujos estan hechos a tradicional y escaneados en la papeleria de mi pueblo X'DD no se puede pedir más----

Nombre: Aydin Holbein.
Edad: 15 {21 de Dic. | Sagitario}
Género: Masculino.
Altura: 1'66 m
O.S: Homosexual.

Dote y Habilidad:
Dote: Desorientacion {Bajo- 41 a 60 min}
+Desorientación en el sentido más amplio de la palabra+
El sujeto que se encuentra bajo el influjo de esta dote pierde completamente la noción del tiempo y el espacio... e incluso de sí mismo, lo que provoca que un sentimiento de inquietud e inseguridad se instale en lo más profundo de su pecho.
La persona sobre la que se use este poder pronto terminara siendo presa de sus propios sentimientos, que acabarán por desbordarse y será incapaz de realizar cualquiera de las acciones que pensara hacer antes de verse sumida en tal desesperación al no ser consciente de sus propias acciones y deseos.

Habilidad: Fuerza {Medio}

Ubicación: Actualmente Aydin vive en Vinedy junto a Marcel, su hermano mayor. Tienen alquilado un piso pequeño en uno de los barrios más alejados del centro de la ciudad, aunque es más que suficiente para ambos, pues buscan lo práctico y barato por encima de lo cómodo o lo que ellos consideran "excesivo".

Trabajo y Educación: Ya que hace menos de un año que comenzó sus clases en la Institución no hay mucho que decir sobre sus estudios más que, a pesar de su mala actitud, tan poco jovial y sociable, es un muy buen alumno, atento, estricto y organizado. Le gusta mantenerse ocupado y ejercitarse tanto física como mentalmente, por lo que se toma muy en serio su educación y no hay un solo día que falte a clases.

Tampoco es que tenga nada mejor que hacer, en realidad.

Por otro lado, al ser tan joven, de momento se encuentra desempleado, pero en sus ratos libres toma el papel de "ama de casa" con el fin de ayudar a Marcel cuanto le sea posible y agradecerle de alguna manera que este cuidando tan bien de él y manteniendolo hasta que termine sus estudios y pueda valerse por sí mismo.
Así pues sabe realizar tareas varias del hogar como planchar, limpiar (en todas y cada una de sus variantes), cocinar y un largo etc.

Personalidad: Muy seguro de sí mismo / Orgulloso / Algo gallito / Borde / Diligente / Escéptico / Sobreprotector con aquellos que ama / Celoso / Dependiente, aunque nunca lo admitirá.

Preferencias:
Es un ser nocturno, adora la quietud de la noche y el cielo estrellado. Si pudiera se escabulliría cada noche y saldría a dar largos paseos bajo la tenue luz de la luna, esquivando en la medida de lo posible las chirriantes luces de neon y el gentío... pero por suerte o por desgracia vive con su hermano y éste no parece estar muy por la labor de dejar que deambule solo por las laberínticas e impredecibles calles de Vinedy hasta las tantas. Como se puede deducir por lo anterior, Aydin prefiere la tranquilidad y el silencio al bullicio y el desenfreno. Odia los conflictos, el calor del verano, los sabores amargos, picantes (obviamente le encanta lo dulce), las personas egoistas y/o parlanchinas y que lo traten a él o a cualquier otra persona con lástima o condescendencia.

Historia:
Nació en el seno de una familia humilde y trabajadora, feliz, por lo que le habían contado... pues él no recuerda nada de esto y, en ocasiones, le resulta tremendamente difícil creer en la palabra de sus hermanos, echar la vista atrás e imaginar aquellas escenas entrañables y tan deliciosamente corrientes que solían describirle, en el lugar donde para él solo había recuerdos dolorosos de un padre demasiado frío e indiferente como para preocuparse por la salud y la felicidad de sus hijos. Y es que Aydin, aunque llegó a conocer a su madre, a ver su rostro y acariciarle el cabello rubio con unas manitas diminutas y regordetas, no podía recordar prácticamente nada de aquella época tan feliz, pues según le había contado Marcel y su padre le había echado en cara en innumerables ocasiones (las pocas veces en las que estaba lúcido) tras darle a luz la salud de su madre se vio tremendamente perjudicada, se volvio precaria, débil y cuatro años después falleció.
Los dejó solos, completamente solos. Tras la repentina perdida de su mujer, la persona a la que más había amado y amaría en toda su vida, la personalidad de su padre mutó, se retorció hasta hacer de él un ser ausente, frío... cruel en ocasiones, que poco o nada le importaba que fuera de ellos, pues sólo se limitaba a respirar, a existir, viendo pasar el tiempo como el que ve llover.
Así fue como poco a poco, antes de que les diera tiempo a darse cuenta de qué ocurría, el peso de aquella familia acabó recayendo sobre los estrechos hombros de su hermano mayor quien tomó la responsabilidad en silencio, conforme, pues adoraba a sus hermanos y estos lo adoraban a él.
Eran demasiado jóvenes, demasiado... pero a pesar de las adversidades aquella fue una época feliz en la que los hermanos se apoyaron los unos en los otros, volviendose inseparables. En aquel instante de paz y relativa armonía, ya que Marcel acababa de ingresar oficialmente en la Institución y empleaba gran parte de su tiempo a los estudios, Sylas comenzó a pasar más tiempo con su hermano pequeño y fue el primero en percatarse de que éste aún no había dicho su primera palabra a pesar de su avanzada edad. Preocupado, buscó apoyo fuera de casa, preguntando el porqué a algunos de sus vecinos y despues de que estos trataran de tranquilizarlo, alegando que cada niño era un mundo y que el crio hablaria a su debido tiempo, comenzó a ejercer de profesor, decidido a enseñarle y motivarle... pero fue inutil. El pequeño Aydin entreabria sus labios, imitaba los movimientos de los de su hermano despacio y de verdad intentaba con todas sus fuerzas e ingenio repetir las simples palabras que el mayor pronunciaba una y otra vez, colmándose de paciencia... Sin embargo no era capaz de proferir sonido alguno más alla de unos estrangulados y agudos quejidos que manaban de lo mas hondo de su garganta cuando más se esforzaba y pronto Sylas supo que no había nada que hacer. Una nueva piedra en su camino, un nuevo impedimento. El más pequeño de los tres nunca lograría hablar... siempre seria diferente al resto y esto por lo general nunca era nada bueno.
A este angustioso descubrimiento se unió el hecho de que, pocos años después, Sylas comenzó a ser consciente de sus propias habilidades y al ser declarado "Guardián", ingresó en la Institución junto al mayor de los tres. Cada vez que los veía marchar, cada mañana, los ojos del menor se empañaban y un sentimiento amargo le llenaba la boca. Se iban... todos los días se iban y él se quedaba a solas con su padre, encerrado en casa, durante las largas y angustiosas horas que durasen las clases. Y así vivieron durante dos años más hasta que por accidente, en un arranque de desesperación y de forma inconsciente, con la edad de 12 años, Aydin reveló su dote al mundo, usándola contra su padre.
Y a pesar de haber hecho algo horrible el pequeño sintió su corazón latir desbocado contra su pecho, como si luchara por salir, loco de emoción... ¡Era un guardián! ¡Iría a la Institución junto a sus hermanos! ¡Al fin!
Que bonito hubiera sido si tan sólo acabara aqui la historia... que buen final para una vida llena de desesperanza... pero no.
Aquella dicha sólo duró un año. Dejandose llevar por sus emociones, rigiéndose por sus principios, Sylas huyó de la Institución, de su nueva vida en apariencia perfecta y de sus dos hermanos para convertirse en un renegado y vivir libre al margen de su familia, a la que no volvió a buscar... ¿Por qué? ¿Por qué tenia que ser asi...? ¿Por qué tenia que dejarlo todo? Además, sin decir nada, sin despedirse de ellos... ¿Qué habian hecho mal?
Hoy día, habiendo empezado de nuevo en Vinedy junto a Marcel, lejos de su padre, Aydin sigue haciendose estas preguntas aunque quiera aparentar que nada le importa, que Sylas nunca existio... y su caracter se agria cada día más, consumido por un sentimiento atroz de traición y abandono.

Relaciones:
+Koya, su Ko-bot, siempre le acompaña y casi se podría decir que es su mejor amigo y confidente ya que hay cosas que ni a su hermano es capaz de contar, ya sea por puro orgullo o vergüenza.
Es pequeño, mide aproximadamente un palmo y ha desarrollado una personalidad un tanto chocante, acorde con el caracter difícil de su dueño. Tiene un pequeño añadido a sus circuitos, conectado con un diminuto aparatejo situado en una de las sienes del menor, que le permite traducir los pensamientos de éste y convertirlos en palabras, ya que él es incapaz de hacerlo por sí mismo. Así pues, además de un muy buen compañero, Koya es además la voz de Aydin.

+Su hermano mayor, Marcel, toma tanto el papel de padre como el de amigo. Supone un gran apoyo para él y Aydin es consciente de que prácticamente todo su mundo se derrumbaría si no lo tuviera a su lado. A su parecer, le debe poco menos que la vida y esa es una cuenta pendiente que nunca cree ser capaz de saldar por mucho que haga e intente, pues a pesar de odiar la violencia en todas y cada una de sus formas, Marcel se sacrificó y aceptó convertirse oficialmente en Vigilante por él... en pos de ofrecerle una buena vida, un lugar donde vivir... a su lado.

+El hermano mediano, el hijo pródigo: Sylas. Hubo un tiempo en el que estuvieron muy unidos y la admiración llenaba los ojazos de un pequeño Aydin siempre que estaba con él o alguien, cualquiera, lo mencionaba ya fuera para bien o para mal... Pero Sylas se marchó, los abandonó sin darles una mísera explicación, por pobre que fuera y aquella la adoración que alguna vez sintió se transformó poco a poco en frustración y un profundo resentimiento. Hoy día éste es un tema tabú... Nunca hubo un segundo hijo, siempre fueron dos.

+Su padre vive como un zombie en la ciudad "Y", en la que una vez fue la casa de la familia.
En ocasiones, durante las largas horas diarias que pasa solo, cuando Marcel va a trabajar, Aydin hace de tripas corazón y se arma del valor suficiente para volver a aquel lugar y echar un vistazo a los alrededores, atreviendose a pasar al jardin o sentarse en el porche siempre que ve que no hay moros en la costa... o padres, mejor dicho.
Llevan sin verse años.

Extras:
Voz de Koya: Ikue Otani
www.youtube.com/watch?v=Vhiujs…