HOME | DD

Description
Una monja tibetana se encontraba mirando por una ventana mientras se decía así misma “Buenos tiempos” y sonreia mientras jugaba con el recuerdo en su mente.
Era una muchacha de unos 19 años, era igual de bella que hace 13 años, su pelo era más largo le quedaba arriba de la cintura. Sus hermosos ojos seguían igual pero estaban llenos de preocupación y angustia, mientras miraba como los pequeños monjes jugaban libremente en los patios del templo.
“Extrañas jugar así” pregunto un viejo hombre que apenas y se podía mover con un bastón de madera.
“Uh… que, yo… no, solo recordaba una de las primeras veces que me dejaste jugar en los patios” dijo la joven aun mirando hacia la ventana.
“Si buenos tiempos aquellos que vivimos”
“Si” dijo sonriéndose a sí misma.
“Pero la vida sigue y los tiempos así se repiten, pero nunca son iguales cada uno es especial, son como las flores en los rosales todas son de la misma naturaleza pero ninguna es igual” su maestro estaba detrás de ella viendo al igual que la joven las maravillas que estaban fuera de la ventana.
“Siempre me pregunte porque no nos dejaban ser libres como los demás niños “
“Pero, si ustedes ya eran libres como los demás niños “
“Si pero jugar cuando se nos plazca, comer los que queramos, ir a donde quisiéramos, esas eran unas de las cosas que no podíamos hacer”
“Pero ahora comprendes que tenían su libertad a un propio estilo apegado a lo religioso”
“No era religioso era apegado a la harmonía con las demás cosas a nuestro alrededor” la joven tomo un suspiro “porque siempre recuerdo esas cosas”
“Porque no quieres enfrentar que tienes que cambiar, no te preocupes todos tenemos miedo de no ver la escalera pero muchos damos el primer paso sin ver donde pisaremos”
“Lo que quieres decir es que me debo de arriesgar a algo que no sabré como terminara, eso no es harmónico” el maestro sonrió a su pupila
“Todos lo hacemos, si buscas saber que pasara entonces no sería divertido hacerlo, nadie sabe qué tan lejos llegara hasta que llega y no importa si no es harmónico” el siguió sonriendo con una calidez confortable pero aun así la joven no sacaba la frustración de sus ojos.
“La cuestión es que no se cómo voy a llegar”
“Eso lo descubrirás mediante el transcurso de la vida, los monjes lo llamamos destino y es algo divertido porque antes de morir tienes que saber cual fue tu destino en esta tierra, es como un rompecabezas interno” ahora la joven tomo el humor del viejo.
“Lo único que me temo es no encontrarlo a tiempo” la joven no dejaba de contemplar a los pequeños jugando.
Su maestro solo puso su mano sobre el hombro de su pupila y le dio unas palmadas para darle confianza.
“Todos lo encontramos, pero todo a su momento, creo que yo apenas lo estoy descubriendo, no te preocupes de ello apenas si estas planeando morir lo cual lo duda. Eres joven disfruta la vida si piensas en el futuro le quitas el sazón a las sorpresas de la vida” con estas palabras termino la conversación y el viejo se marcho dejándole un gran nudo en la mente a su pupila.
Las palabras <> dieron vueltas en la mente de la joven por todo el resto del día hasta cuando meditava.

Description
Una monja tibetana se encontraba mirando por una ventana mientras se decía así misma “Buenos tiempos” y sonreia mientras jugaba con el recuerdo en su mente.
Era una muchacha de unos 19 años, era igual de bella que hace 13 años, su pelo era más largo le quedaba arriba de la cintura. Sus hermosos ojos seguían igual pero estaban llenos de preocupación y angustia, mientras miraba como los pequeños monjes jugaban libremente en los patios del templo.
“Extrañas jugar así” pregunto un viejo hombre que apenas y se podía mover con un bastón de madera.
“Uh… que, yo… no, solo recordaba una de las primeras veces que me dejaste jugar en los patios” dijo la joven aun mirando hacia la ventana.
“Si buenos tiempos aquellos que vivimos”
“Si” dijo sonriéndose a sí misma.
“Pero la vida sigue y los tiempos así se repiten, pero nunca son iguales cada uno es especial, son como las flores en los rosales todas son de la misma naturaleza pero ninguna es igual” su maestro estaba detrás de ella viendo al igual que la joven las maravillas que estaban fuera de la ventana.
“Siempre me pregunte porque no nos dejaban ser libres como los demás niños “
“Pero, si ustedes ya eran libres como los demás niños “
“Si pero jugar cuando se nos plazca, comer los que queramos, ir a donde quisiéramos, esas eran unas de las cosas que no podíamos hacer”
“Pero ahora comprendes que tenían su libertad a un propio estilo apegado a lo religioso”
“No era religioso era apegado a la harmonía con las demás cosas a nuestro alrededor” la joven tomo un suspiro “porque siempre recuerdo esas cosas”
“Porque no quieres enfrentar que tienes que cambiar, no te preocupes todos tenemos miedo de no ver la escalera pero muchos damos el primer paso sin ver donde pisaremos”
“Lo que quieres decir es que me debo de arriesgar a algo que no sabré como terminara, eso no es harmónico” el maestro sonrió a su pupila
“Todos lo hacemos, si buscas saber que pasara entonces no sería divertido hacerlo, nadie sabe qué tan lejos llegara hasta que llega y no importa si no es harmónico” el siguió sonriendo con una calidez confortable pero aun así la joven no sacaba la frustración de sus ojos.
“La cuestión es que no se cómo voy a llegar”
“Eso lo descubrirás mediante el transcurso de la vida, los monjes lo llamamos destino y es algo divertido porque antes de morir tienes que saber cual fue tu destino en esta tierra, es como un rompecabezas interno” ahora la joven tomo el humor del viejo.
“Lo único que me temo es no encontrarlo a tiempo” la joven no dejaba de contemplar a los pequeños jugando.
Su maestro solo puso su mano sobre el hombro de su pupila y le dio unas palmadas para darle confianza.
“Todos lo encontramos, pero todo a su momento, creo que yo apenas lo estoy descubriendo, no te preocupes de ello apenas si estas planeando morir lo cual lo duda. Eres joven disfruta la vida si piensas en el futuro le quitas el sazón a las sorpresas de la vida” con estas palabras termino la conversación y el viejo se marcho dejándole un gran nudo en la mente a su pupila.
Las palabras <> dieron vueltas en la mente de la joven por todo el resto del día hasta cuando meditava.