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La Alianza - Episodio 5
Bishoujo Senshi Sailor Moon: La Alianza
Episodio 5: Difícil elección
"¡Nakago!"
"¡Makoto! No te preocupes. No permitiré que esta sombra se burle de nosotros así
nomás. ¡Te vengaré!"
La sombra se dio cuenta que en mí tendría a un rival superior, y por eso abandonó
la idea de luchar contra Makoto para atacarme a mí. En cuestión de segundos, la sombra
se coloco detrás mío y me cogió con uno de sus tentáculos, ahogándome.
"Kkkk... ¡Maldita!"
Logré zafarme, y sostuvimos una lucha cuerpo a cuerpo durante unos minutos. Ambos
nos estábamos probando, y yo me di cuenta que no era tan fuerte como la otra sombra con
la que había peleado en Nagoya. Podía acabar con ella si esperaba el momento correcto.
Ese momento llegó. Bajó su guardia para realizar un ataque frontal. Grave error,
pues yo era mucho mas veloz que ella.
Blue Expansive Wings!
La sombra se desintegró, de la misma manera en que lo hacían los Dark Soldiers. Sí,
eran de temer, pero no por su fuerza sino por su rudeza y agresividad.
"¡Makoto!"
Corrí hacia ella, y rogué a Dios por que estuviera bien. Me di cuenta que había quedado
inconsciente, seguro por la sorpresa de verme transformándome.
"Y ahora... cómo haré para decirle esto a Eta..."
"No tendrás que decirme nada, Nakago. Lo he visto todo."
"¡Eta!"
Había estado viéndolo todo desde el techo de una casa. Saltó hacia el piso, y se
acercó.
"No entiendo por qué te preocupas. Tú también conoces su identidad."
"Sí... tienes razón. Nunca me hubiera imaginado que algo como esto llegaría a ocurrir."
"Llévala a su casa para que descanse. Yo me encargaré de explicarle todo."
"Sí... vamos."
Cogí las cosas de ambos, y cargué con ella sobre un hombro (pesaba mucho, pero no
porque fuera gorda, sino por otras razones mucho más simpáticas). Me sentía aturdido.
¿Sería bueno o malo haber descubierto eso?
* * * *
"Na... Nakago..."
"Ya era hora que despertaras, Makoto.", le dije, amigablemente. ¿Cómo te encuentras?"
La había dejado sobre su cama, y ella aún se encontraba con su uniforme de combate.
Se levantó, y se sentó sobre la cama. Yo ya estaba sin mi armadura.
"Nakago... tú... ¡tú eres! ¡Eres Warrior Eagle!"
"Es mejor que sólo tú y yo lo sepamos, Makoto. Quisiera pedirte que no le digas nada
de esto a Usagi ni a los demás. Ahora, quiero presentarte a un amigo que va a decirte algunas
cosas."
Llamé a Eta para que entrara a la habitación. Él se acercó a Makoto.
"¿Tú eres la Sailor llamada Sailor Jupiter, no es así?"
"¡¿Qué?! ¡Un gato que...! ¿Acaso..."
"Sí, Jupiter, yo también soy otro ser extraño en tu mundo. Ahora que has descubierto
la identidad de Nakago, tendré que contarte todo acerca de nosotros..."
Su sorpresa fue INMENSA al escuchar a Eta hablando, incluso más que la mía cuando
a mí me ocurrió. Eta le explicó todo acerca de Lambda, Kohr y los Dark Soldiers. Ella
escuchó atentamente, y tenía una cara de asombro nunca antes vista por el mundo.
"Nakago... entonces... tú vienes de otro planeta..."
Mi confusión respecto a esta afirmación era grande, pero como Eta estaba presente,
decidí decir que sí, que así era.
"Makoto", dije, con voz suave, cogiendo su mano, "quiero que me digas algo. ¿Usagi
y las demás saben que tú eres Sailor Jupiter?"
"Yo... bueno..."
Era extraño que ella dudara para responder algo tan simple. Supuse que seria porque
aún estaba sorprendida por todas las cosas que habían pasado.
"No, no lo saben."
"Entonces, hagamos un pacto. Yo no diré nada, si tú no dices nada. ¿De acuerdo?"
Al fin, pude verla sonreír, y estuvo de acuerdo conmigo.
"Si Nakago, lo que tú digas... Es muy extraño todo esto, sabes... descubrir que tu
mejor amigo es un extraterrestre."
"Tú también eres mi mejor amiga, Makoto. Quiero agradecerte por todo lo que hiciste
para tratar de protegerme."
"No, yo debo agradecerte porque tú salvaste mi vida."
Fue un momento muy emotivo, los dos cogidos de las manos y haciéndonos cumplidos
el uno al otro... Nuestras lágrimas eran prueba de todo lo que sentíamos en ese momento.
Sentía algo cálido dentro de mí, era algo muy especial... ¿era amistad o...
"Bueno, debo irme. Nos vemos."
"Sí, adiós..."
Cogí mis cosas, y también a Eta. Antes de que saliera de la habitación, ella me llamó.
"Nakago..."
No sé que sería, pero sabía que ella tenía algo... Tras todo eso, creo que ambos
dudábamos de que solo tuviéramos una simple amistad...
"No, no es nada, olvídalo."
... pero éramos muy cobardes como para decirlo.
* * * *
Por fin otro sábado... este día sí que no quería salir a ningún lado ni encontrarme
con nadie. Decidí quedarme metido en la cama. Tenía muchas cosas en las que pensar.
Mis temores se habían vuelto realidad, pero por lo menos, no había ocurrido a gran
escala, y Makoto lo había tomado muy bien (yo esperaba gritos, golpes, y desmayos, pero
en vez de eso sólo logré confundirme más respecto a mis sentimientos).
"Nakago, ¿cómo te sientes?"
Ah, mi fiel amigo Eta. Podía tener sus cosas, pero yo confiaba mucho en él y él
siempre me escuchaba.
"Me siento... raro."
"¿Por qué? Seguro sientes que la relación entre Makoto y tú ya no será la misma."
"Sí... ella debe sentirse igual."
"Dime algo, Nakago. ¿Qué de malo tiene haber descubierto que ella es Sailor Jupiter?"
¿Qué de malo tenía? ¿Cómo se le ocurría hacer esa pregunta? ¡Tenía muchas cosas de
malo!
"¿Cómo que qué tiene de malo? ¡Todo va a cambiar ahora!"
"¿Por ejemplo?"
"Pues..."
Pensé en algo, algo que me diera la razón a mi... Diablos, se estaba poniendo difícil
encontrar una razón, pero yo sabía que había algo que haría que nuestra relación cambie.
"... pues..."
"¿Lo ves? ¿Por qué tendría que haber algo de malo? ¿No pueden seguir siendo amigos
y combatir a Kohr al mismo tiempo? ¿Por qué hacerte tantos problemas por una idiotez?"
"¡No es una idiotez!"
"¡Claro que sí! Ahora que ambos saben sus secretos, deben de estar más unidos. Lo que
no entiendo es, ¡¿POR QUÉ las cosas NECESARIAMENTE tienen que cambiar?! ¡Ustedes dos no
son enemigos!"
Eta... él tenía toda la razón. No éramos enemigos ni desconocidos para sentirnos así.
Compartíamos algo en común, y nuestra relación no tenía porque cambiar por eso.
"Lo que pasa es que ambos han quedado algo traumatizados por todo esto. Pero no te
preocupes, es sólo algo temporal. Poco a poco las cosas se calmarán por si solas."
"Sí Eta, creo que tienes razón."
"Y por lo que pude ver ayer, creo que ustedes dos son algo más que amigos."
Hmmm, aún quedaba ese asunto pendiente.
"Eta, no me confundas más. Eso aún no lo sé. Por el momento, iré a hablar con ella
sobre lo que tú me has dicho, y espero que también lo entienda."
"Está bien. Pero si tú sientes algo por ella, adelante, yo lo entenderé."
¡Me estaba dando permiso! ¿Se estaría ablandando? Él no era así...
* * * *
"WHAT'S UP hitomi wo kawashite...
Nakameita kaze ni mi wo yudane you...
GET UP mirai wo mitsumete...
Yokubari na aito yume wo kanaeyou..."
"¡¡NAKAGO!!"
Sentí cómo alguien levantaba el audífono de mi oreja y me gritaba en ella. Pobres
tímpanos míos.
"¡OYE! ¿Piensas quedarte en la cama todo el día? ¡Ya son las once!"
"¡Usagi! ¿Qué te pasa?"
"¿Tan fuerte está la música que no me puedes escuchar? ¡Tienes una llamada!"
"¿Ah sí? ¿Y quién es?"
"Adivina.... ¡ES AMI!"
Ah, genial. Quizás así podría sacarme a Makoto un poco de la cabeza.
"¡Hola Ami! ¿Qué tal?"
"Hola Nakago. Dime, ¿tú ayer estuviste con Makoto, no?"
"Eh... ¡sí! ¿Por qué lo preguntas?"
"Bueno, es que..."
Ami me dijo que había estado llamando a Makoto toda la mañana y que ella no había
respondido. Era algo un poco preocupante. ¿Qué le habría sucedido?
"¿No ocurrió nada extraño ayer, Nakago?"
Claro que sí. Como que tu amiga es Sailor Jupiter, y luego un gato le habla para
decirle que yo soy un extraterrestre.
"Nnn...no, nada. Diablos, que habrá pasado."
"Estoy muy preocupada por ella", dijo, con voz nerviosa. Pobrecita, yo no podía
decirle nada. Luego, siguió hablando, "¿Por qué no vamos a su departamento?"
"Buena idea. De todas formas no tengo nada que hacer ahora... Oye, ¿y por qué no
le has dicho nada de esto a Usagi? Yo creo que ustedes dos están más cercanas a ella de
lo que yo estoy. Son amigas de hace mucho, yo recién llevo dos semanas aquí."
"No Nakago, ella se hubiera preocupado mucho. Tu debes saber muy bien cómo es.
Makoto te tiene en muy alta estima, créeme. Será mejor si vamos los dos."
"Hmmm... entonces, a las tres de la tarde nos encontramos allá. ¿Te parece?"
"Sí, claro. Hasta luego."
A las dos de la tarde llegué a la casa de Makoto. Tenía que hablar con ella antes
de que Ami lo hiciera.
* * * *
"Makoto, ¿estás ahí?"
Pasaron unos segundos antes de que Makoto abriera la puerta. "Pasa", dijo ella. Se
oía normal, no parecía como si estuviese deprimida o algo.
"Oye, Ami me dijo que te había estado llamando durante la mañana y que tú no
contestabas. ¿Qué ocurre?"
"Es que... no sé. Me siento algo rara."
¿Igual que yo? Que novedad. Pero tenía que explicarle todo y dejar bien en claro
que no por ese evento ya no íbamos a ser amigos.
"Crees que ya no volverá a ser todo igual entre nosotros, ¿no?"
Ella me miró, y se rió. Se rió tan fuerte que yo me quedé pasmado.
"Nakago... ¿Tú sí pensaste en eso? Por favor... ¿Cómo se te ocurre? Nosotros siempre
seremos amigos, y mucho más ahora que ya descubrimos nuestros secretos."
"¡¿EH?!"
"¿Por qué íbamos a dejar de ser amigos? Sailor Jupiter y Warrior Eagle no eran
enemigos."
No lo pude creer. ¡Si hasta usó las mismas palabras que Eta había usado! ¿Así que,
yo había sido el único imbécil preocupado por eso?
"Maldita seas Makoto... ¡Creía que te sentías igual que yo! ¡Me dejaste solo en mi
sufrimiento!"
"Y tú, eres tan tonto que creías que algo así podría separarnos."
Ambos reímos y nos abrazamos, y luego, nos vimos el uno al otro.
"Eres una maldita, Makoto."
"Y tú eres un tonto."
Nuestras voces se fueron apagando y suavizando cada vez más.
"Maldita..."
"Tonto..."
Nuestros labios se acercaron...
Justo en ese instante, no sé si por una jugarreta del destino o por gracia de Dios,
sonó el teléfono. Ella se alejó de mí al instante.
"Eh... esteee.... ¡Será mejor que conteste! No es bueno preocupar a una amiga por
esto que me está ocurriendo..."
Makoto corrió apresuradamente hacia el teléfono, que estaba en su cuarto. Yo me
dejé caer sobre el sillón de la sala, y respiré profundamente.
"Dios", pensé yo, "si fuiste Tú, gracias."
Oigan, eso fue sólo un impulso... Yo no quería hacerlo... ¡En serio! (Pero creo que
ella sí tenía muchísimas ganas). Pero... ¿ella me gustaba? ¡No! Ami era la persona a la
que yo quería, pero aún así, Makoto tenía algo especial... No, no... no puedo traicionar
mis verdaderos sentimientos, yo quiero a Ami... pero Makoto también... ¡¡AAAAHHH!!
"Era Ami". La voz de Makoto me tomó por sorpresa, pues yo estaba muy encerrado en
mis pensamientos. "Viene en camino. Antes de que ella venga, quiero que continuemos donde
nos quedamos."
¿QUÉ? ¿Acaso quería...
"Bueno, yo..."
"¡Por favor, Nakago! Necesito que alguien me escuche ahora. Te estaba diciendo que
me sentía un poco rara."
¡AH! Era eso...
* * * *
En realidad, lo que tenía Makoto no era nada grave, era sólo algo de preocupación
por el nuevo enemigo, y porque al parecer, ella y sus demás compañeras no podrían hacer
mucho por ayudar a la Tierra. Se sentó junto conmigo en la sala para allí poder conversar
más tranquilamente.
"No te preocupes por eso", le dije yo. "Lo que ocurre es que este no es el enemigo
indicado para ustedes."
"¿A qué te refieres con eso?"
"No es que ustedes sean débiles. Lo que ocurre es que todos nosotros venimos de otra
galaxia, podría decirse que hasta de otra realidad. Nosotros nos encontramos dentro de
un nivel de pelea que ustedes no pueden alcanzar, y no es su culpa, pues nunca han estado
acostumbradas a esto. Ha sido un cambio demasiado radical para ustedes."
"Sí... supongo que tienes razón. Eso quiere decir que debemos esforzarnos más para
poder derrotar por lo menos a un Dark Soldier de un bajo nivel. Creo que las Outer Senshi
sí podrían contra ellos."
"Las... ¿las Outer Senshi?"
"Son las Sailor Senshi del sistema solar exterior, y son mucho más poderosas que
nosotras. Ellas actúan por su cuenta, pero están de nuestro lado, te lo puedo asegurar."
También hablamos sobre ese tal Elías que se había aparecido la vez pasada. Yo le
aseguré que no lo conocía, y que Eta tampoco sabía nada acerca de él.
"Pero... ¿estás seguro, Nakago? Es obvio que él no es una persona normal."
"Sí, eso es muy obvio, y también es obvio que tiene algo que ver con todo esto. Pero
aparte del sentimiento de familiaridad que ya te dije, no sé, no logro recordar claramente
de dónde puede haber..."
Escuchamos el timbre. Alguien estaba llamando a la puerta.
"Esa debe ser Ami", dijo ella. "Tú quédate aquí. Yo quiero hablar a solas con ella
un rato."
"B... bueno, está bien."
Hmmm... ¿de qué irían a hablar? ¿Makoto le diría acerca de nosotros? ¿La retaría a
una competencia por mí?
"No", pensé yo, "no lo creo. Sería algo demasiado estúpido."
Instantes después ambas aparecieron. Ami me saludó al verme.
"Hola Nakago. Llegaste antes que yo."
"Sí, acabo de llegar."
"Ah, ¿ustedes dos ya se habían puesto de acuerdo, no?", preguntó Makoto, y nosotros
nos avergonzamos por haber sido descubiertos (Ami tenía que aprender a ser más discreta,
diablos).
"Bueno", dije yo, "como ya sabemos que estás bien y no tienes ningún problema, creo
que mejor nos vamos. ¿No, Ami?"
Ami estuvo de acuerdo, y ambos nos fuimos. Antes de salir, pude escuchar que Makoto
me decía algo en voz baja.
"No desaproveches esta oportunidad, Nakago. No me decepciones."
No supe que responder. Me seguía animando incluso después de lo ocurrido.
* * * *
Iba junto con Ami por la calle, sin rumbo fijo (yo sabía que ella tenía planeado
irse a su casa, pero esos NO eran mis planes). Los dos permanecíamos callados, pero no
porque no tuviéramos nada que decir, sino porque era tanto lo que yo quería decir que
no sabía por dónde empezar. Y por parte de ella... bueno, no podía esperar que ella tomara
la iniciativa. Tenía que decir algo, algo inteligente...
"Ami, ¿no quieres acompañarme a tomar algo en la cafetería?"
"Eh... ¡Claro!"
Y fuimos. Se sorprendió un poco por mi pregunta, pero lo importante fue que no se
negó. Nos sentamos en una mesa, y yo tenía algo de curiosidad por saber un par de cosas.
"Ami, ¿de qué hablaste con Makoto? ¿Te dijo algo?"
"Ah, ¡sí! Me dijo que en la mañana se había sentido un poco mal y que tenía un poco
de fiebre, y por eso no había contestado el teléfono. ¿No te dijo eso a ti también?"
Uy... metida de pata.
"Sí... sí, me dijo eso. Yo pensé que tal vez te había dicho algo más... pero supongo
que es algo que no me interesa. Perdón por preguntar."
"¡No te preocupes", dijo ella, con una sonrisa.
Era difícil que se molestara por cualquier cosa. Eso era lo que más me gustaba de
ella. Entonces, podía preguntarle la otra cosa sin problemas.
"Oye, ¿alguna vez has tenido novio?"
"....."
Yo me reí. Otra cosa que me gustaba de ella era que se avergonzaba por cosas sin
importancia, era muy tímida, y se le veía muy linda así. Tímida, como yo también lo era
con las chicas. Pero con ella y Makoto me sentía en confianza.
"¡Vamos, Ami! Si no has tenido, no es algo de que avergonzarse."
"Bueno... a lo mejor Makoto ya te contó acerca de esto..."
Me habló de un chico llamado Greg. Me dijo que eran muy buenos amigos, y algo más...
Pero que nunca habían llegado a tener nada, y que él se había ido de Tokyo hacía unos
meses.
"Conservas un muy buen recuerdo de él", le dije.
"Sí. Hace tanto tiempo que no lo veo... quisiera saber qué fue de él."
Se notaba un aire de nostalgia en aquellas palabras. Debía de ser una persona muy
especial para ella. Afortunadamente, él nunca regresaría.
"¿Y no te molestaste cuando él se fue?", pregunté, con mucha curiosidad. "¿No lo
abofeteaste, o algo parecido?"
"¡No, no! No me digas que crees que yo haría algo como eso..."
"No, por supuesto que no, lo que pasa es que..."
Le conté acerca de mi ya conocida historia. Si hasta se molestó con Michelle.
"¡Pues es una tonta! Cualquier chica que haga eso no sabe valorar lo que tiene",
dijo ella con mucha ira, pero luego reparó en sus palabras y se sonrojó.
"¡Gracias!"
Ah, o sea que en su opinión, yo soy alguien que no puede ser rechazado. Interesante,
MUY interesante...
* * * *
Fui a dejarla a su casa, y nos despedimos. Había sido un buen día, excepto por lo que
me había ocurrido con Makoto. Debía de haber alguna forma de hacerle entender que ella y yo
sólo éramos amigos.
¿Pero era eso lo que yo quería? ¿Acaso no sería interesante intentar iniciar alguna
relación con Mak...?
¡¡NO!! ¿Por qué? ¿Por que me pasaba eso? Atrapado entre dos chicas. Bajo otras
circunstancias hubiera estado feliz, pero si las dos son muy amigas tuyas, entonces no es
fácil romper el corazón de una. Esto ya parecía una telenovela.
Era ya de noche, y mientras iba caminando por la acera, muy preocupado, escuché unos
pequeños pasos detrás mío. Era Eta.
"¡Hola!", le dije. "¿Me estabas buscando?"
"Sí", respondió. Su voz se escuchaba agitada. "Un Dark Soldier ha aparecido, y está
en las afueras de la ciudad luchando contra dos Sailor Senshi, aunque no recuerdo haberlas
visto aquella vez."
"Esas deben ser las Outer Senshi", le dije yo, por lo que sabía. "Al menos esa es
mi sospecha. Si son ellas, entonces no hay por que preocuparse. Se desharán del enemigo
fácilmente. Makoto me ha dicho que son mucho más poderosas que ellas."
"No lo creo", dijo él, preocupado. "Pude llegar a ver la persona contra la cual
estaban luchando. Es el Dark Soldier más fuerte, Nakago. Es Jamiel."
Jamiel... Ese nombre entró a mi mente, y yo empecé a tener unos recuerdos, aunque
muy vagos. ¡Maldición! ¡Cómo me dolía la cabeza! Caí de rodillas al suelo.
"¡Nakago! ¿Qué tienes? ¿Estás bien?"
"Sí... no te preocupes, ya me está pasando. Ese nombre... estoy seguro que lo he
oído antes."
"Claro que sí, Nakago. Jamiel era el mejor amigo de Julian. Él fue quien asesinó
a su familia."
Sí... lograba recordarlo. Yo también había estado presente, y observé el terror de
Julian en su rostro, y la insensibilidad de Jamiel al burlarse de él. Era algo inaudito.
No podía creer que una persona como él hubiera hecho algo semejante.
"Jamiel, siempre fuiste tan noble... Me pregunto qué te habrá ocurrido."
"Nakago, ¡Estás recordando! Es muy buena señal."
"Si, pero ahora no es momento de pensar en eso. Debo ir a luchar contra ese maldito
bastardo y darle lo que se merece.", dije yo, con voz furiosa. No sólo los recuerdos sino
también el resentimiento habían regresado.
"Bien Nakago, vamos. Yo te enseñaré el camino."
Aquila Constellation Power, Make Up!
Volé hacia los bosques que rodeaban la ciudad de Tokyo con Eta a mis espaldas, y
desde arriba pude observar una explosión y unos cuantos árboles en llamas. Tan tremendo
fue el destello que lastimó mis ojos.
"Ahí es, Eagle. Por favor, ten mucho cuidado."
"No te preocupes Eta, no moriré. Será mejor que te deje abajo para que puedas ir a
casa. Serás muy vulnerable si te acercas a él."
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Las palabras en japonés que vieron arriba eran parte de la letra de la canción "What's up
guys?", opening de Bakuretsu Hunter (y también el opening de mi fanfic si éste fuera un
anime). Supongo que de aquí a 50 años podré comprar los derechos de Sailor Moon y animar
mi historia
Preguntas, comentarios, sugerencias, insultos: seiyakou@latinmail.com
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