HOME
|
DD
All
Tag
Groups
Search!
Sehibzeh
— La Alianza, Episodio 25
Published:
2011-05-15 21:07:05 +0000 UTC
; Views:
353
; Favourites:
0
; Downloads:
0
Redirect to original
Description
Bishoujo Senshi Sailor Moon: La Alianza
Episodio 25: Y en aquel día, nuestros destinos cambiaron...
Aquella declaración me sonó como una sentencia de muerte. El tipo medía unos dos metros
y medio de alto. Traía puesta una capa negra sobre las hombreras de su armadura que lo cubría
no sólo por detrás sino también por adelante. Su cabello negro era corto por detrás y largo por
el frente, tanto que le cubría medio rostro. Sólo un ojo era visible, pero era suficiente. Con
sólo ese ojo, Mercury y yo nos dimos cuenta de la maldad presente en aquel demonio.
Ambos retrocedimos un poco y nos pusimos en guardia. Kohr permanecía quieto.
Y sin decir palabra alguna, se dio media vuelta, dándonos la espalda. Se dirigió hacia
su trono y se sentó en él. Tronó los dedos, y una copa de vino apareció en sus manos. Empezó
a beber tranquilamente.
"... '-_-"
"No me mires así, yo también opino lo mismo", respondió Mercury. "¿Pero... por qué no
nos hace nada?"
"Porque ustedes no me harían nada a mí. Por eso", respondió Kohr, demostrando que tenía
muy buen oído (su trono estaba muy lejos y Mercury había hablado en voz baja). "Prefiero esperar
a que lleguen los demás para acabar con todos al mismo tiempo. Mientras tanto, traten de ponerse
cómodos...". En ese momento, Kohr sonrió. "... todo lo cómodos que se pueda estar cuando saben
que están a punto de morir."
No lo pude creer. O era tan, pero tan poderoso que se sentía extremadamente confiado
acerca de su victoria, o era el charlatán más grande del universo. Al ver aquella actitud suya,
dejé de sentir aquel miedo y preocupación. Podía ser poderoso, pero si me esforzaba sin duda
alguna lo derrotaría. Mientras tanto, Mercury usaba su visor y su computadora y se encontraba
ocupada analizando a Kohr.
"No hagas eso", le dije. "No es necesario."
"Pe...pero Eagle", dijo ella, "... los datos que tengo son..."
"¡¡¡Acabaré con él de un sólo golpe!!!"
"¡¡NO!! ¡¡¡Espera!!!"
Blue Expansive Wings!
Las elipses de energía se dirigieron velozmente hacia Kohr. El no hacía nada por tratar
de evitarlas o detenerlas.
"Genial", pensé, "ya lo tengo..."
Cuando la primera elipse ya estaba muy cerca, una barrera de energía de Kohr la detuvo.
"Ja, sabía que eso iba a pasar", dije en voz alta. "¡Por eso te tengo preparada una
sorpresa, Kohr!"
Con mi nuevo poder podía controlar la elipse, tal como lo hice aquella vez que salvé
a Mercury. Alcé mi brazo izquierdo hacia arriba violentamente, y la elipse se elevó. Luego lo
bajé. Si todo salía como yo lo tenía planeado, la elipse iría a obliterar su cabeza.
"Yo también sabía que eso iba a pasar, Eagle", dijo Kohr. "¿Quién es el predecible ahora?"
Kohr alzó un brazo, con la palma de su mano abierta. Como si nada pasara, absorbió la
esfera. Yo me quedé anonadado.
"No... puede ser... Ese es mi mejor ataque..."
"Tengo entendido que el líder de los guerreros de Lambda no es precisamente el más fuerte
de ellos. Eso es bueno. Espero que los demás no me aburran tanto como tú me aburriste."
"¿Aburris...te?"
"Ya no me aburrirás más."
Fue veloz, violento y vapuleante. Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar ante las
descargas de energía que Kohr me arrojó. Lo peor de todo es que no era una super técnica...
eran simples esferas producidas por su aura.
Quedé sobre el suelo, inmóvil, débil, y sangrando por varias partes del cuerpo.
"¡EAGLE!" Mercury corrió hacia mí y se arrodilló a mi lado.
"Sólo a mí... sólo a mí me pasan estas cosas...", murmuré débilmente. Mercury, al ver
que yo todavía seguía con vida, se volteó y vio a Kohr con ojos cargados de furia.
"Esto no se quedará así..."
"¡No! Mercury... por favor... no trates de atacarlo hasta que lleguen los demás..."
* * * *
Para suerte nuestra, no pasó mucho tiempo hasta que eso ocurrió. Un grupo, formado por
Sailor Saturn, Sailor Pluto, Tuxedo Kamen y la princesa Sandra llegó al salón del trono unos
minutos después. Antes de eso, algunos cuantos intercambios verbales entre Kohr y Mercury se
habían producido.
"¿Qué dices, niña?"
"¡Te estoy preguntando por qué haces esto!", gritó Mercury, furiosa tras haber visto la
forma en que Kohr me había derrotado. "¡No tienes derecho a...!"
"Lo hago porque puedo hacerlo, mi querida Sailor Mercury. El poder no es precisamente
una de las cosas que alguien que lo tenga deba desaprovechar. Y claro que tengo el derecho.
Tengo el derecho de hacer lo que quiera si no hay personas que se me puedan oponer."
"Pues entonces, de ser posible, mis amigos y yo seremos esas personas", dijo Mercury
firmemente. Su valentía y decisión eran tan grandes que por un momento me sentí avergonzado de
mí mismo. Había actuado tontamente y me había precipitado.
Los cuatro recién llegados se acercaron hacia mí. La princesa fue la primera en llegar,
y se espantó al verme en ese estado.
"¡Eagle! ¡¿Qué...?!"
"Creo... que la respuesta es obvia, ¿no?", dije, señalando hacia Kohr. No había dicho
nada ni se había movido de su sitio desde que ellos habían llegado.
"Por favor", continué yo, "trate de no acercarse a él... ni lo provoque... se lo digo
por experiencia..."
"¡NO! ¡Esto no se quedará así!"
La princesa Sandra se dirigió hacia Kohr, a pesar de mi advertencia... Maldita sea...
Hice una seña a los demás para que estuvieran alerta por si Kohr intentaba acabarla.
"Vaya... La princesa Sandra del planeta Lambda. Tu idea de las reencarnaciones fue
muy estúpida."
"¿Qué pasó con Lambda y los demás planetas de la Alianza? ¡Responde!", gritó la
princesa. La furia estaba reflejada en su mirada.
"La suposición de Warrior Borealis fue correcta", dijo Kohr. "No dejé devastados los
otros cuatro planetas de la Alianza. Simplemente hice que toda esa gente cayera bajo mi
influencia."
"Tu... ¿tu influencia?"
"Así es. Sería una tontería conquistar un planeta matando a toda la gente que vive en
él, cuando muy bien pueden servirte como esclavos... o Dark Soldiers. Solamente invadí al
planeta Lambda para..."
"¡Para evitar que alguien de ese planeta llegue a convertirse en otro Warrior Eagle!
¡Tú sabes muy bien que el líder de los guerreros de Lambda puede usar la espada Phi y por eso
tiene el poder para acabar contigo, pero NO CONTASTE CON MI ASTUCIA! ¡Warrior Eagle
ha reencarnado y además, él no es el único que puede manipular la espada!"
Tras aquellas palabras de la princesa, pude ver una primera expresión dibujada en el
rostro de Kohr: algo de molestia. Sentí que su aura empezaba a elevarse peligrosamente.
"¡Tuxedo Kamen! ¡Pluto, Saturn! ¡¡PROTÉJANLA!!"
Afortunadamente, mi advertencia llegó a tiempo. Tuxedo Kamen corrió hacia la princesa,
la tomó en brazos y saltó con ella lejos del peligro, mientras Pluto y Saturn detenían el ataque
de Kohr con sus respectivos báculos
* * * *
Hice una pequeña tumba para Jamiel. En sus últimos momentos de vida había logrado
recobrar el control sobre sí mismo, pero lamentablemente, ya era demasiado tarde. Cogí su
pluma de transformación, la cual él me la había dado antes de morir, y la guardé.
"Alguien tendrá que sucederte, amigo. Yo me encargaré de eso."
"¡Tienes que acabar con Kohr, Julian!"
"No lo dudes, Jamiel. Ese maldito bastardo hizo que todo esto ocurriera entre nosotros.
Yo seré el encargado de vengar nuestra amistad..."
Sentí una gigantesca aura a lo lejos, y luego, sentí cómo la presencia de Eagle iba
debilitándose poco a poco. Sin tiempo que perder, corrí por el camino que me llevaría hasta él.
* * * *
"Cometieron un grave error haciendo esa técnica, gemelas", les dije. "Ustedes dos
dependen mucho la una de la otra, tanto que incluso llegan a sentir lo mismo... he ahí su gran
debilidad."
Sailor Moon, Venus y yo no dejábamos de sentir algo de lástima por ellas, pero no había
ninguna forma de salvarlas. Mel y Liza, completamente ensangrentadas sobre el piso, alzaron la
vista, y sonrieron.
"Por favor, Borealis..."
"Di a Eagle... que siempre lo amamos..."
Tras decir aquellas palabras, dieron su último suspiro, falleciendo al mismo tiempo.
Volteé a ver a mis compañeras. Ambas lucían muy tristes.
"No se pongan así. Al menos tenemos la certeza de que antes de morir, se liberaron de la
influencia de Kohr."
"Pero es tan trágico... ellas nunca pudieron confesarle sus sentimientos", dijo Venus.
"Eagle lo sabrá, y eso es lo importante."
Unos instantes después, con nuestros ánimos ya recuperados, seguimos nuestro camino.
"Oye... ¿qué tipo de relación tienes exactamente con Australis?"
"¿Eh?"
¿Por qué Venus me había preguntado eso? En su rostro pude ver que en verdad quería saber
la respuesta a esa pregunta.
"Los dos somos muy buenos amigos, y eso es todo. ¿Por qué esa pregunta?"
"No... sólo curiosidad, nada más. No tienes que ruborizarte por eso."
"¿Yo... ruborizarme?"
Sailor Moon y ella se vieron y empezaron a reírse.
"Ni...niñas", murmuré.
* * * *
"¡Estúpida!"
"¡Cállate!"
"¡¿Y además, tú qué sabes?!"
"¡¡Sé cómo te sientes porque yo también estuve enamorada de él!!"
"¡¡Pero tú nunca lo quisiste tanto como yo lo quiero ahora!!"
"¡¡Si en verdad lo quisieras, deberías alegrarte por él y dejarte de niñerías!!"
"¡¡¡¿A QUIÉN LE DICES NIÑA?!!!"
"¡¡¡A ti, a quién más!!!"
"¡¡¡Ya verás!!! GOLDEN HEAVY...!!!"
"SPARKLING WIDE...!!!"
"¡¡¡¡¡YA BASTAAAAAAA!!!!!"
Yashame y yo las callamos gritando al unísono. Y por lo visto el efecto logrado fue
espectacular pues ambas dejaron de hablar instantáneamente.
"Miren niñas", dijo Yashame, con voz severa, "no voy a pedirles que hagan las paces
ni que se den la mano porque sería como pedirle manzanas a la vid..."
"Peras al olmo."
"¡¡LO QUE SEA, PERO SE ENTIENDE!!", gritó Yashame haciendo callar a Lynx.
"¡Ahora dejen de estarse peleando! Ustedes dos luchan en el mismo bando, así que por lo menos
tengan la gentileza de no insultarse las unas a las otras. Si no se llevan, la solución es
simple, no se hablen."
"Pero ella empezó..."
"¡NO salgas con eso! ¡No importa quién haya empezado! ¿Tan difícil es pedirles que se
callen?"
Jupiter y Lynx se miraron la una a la otra.
"Supongo que podemos hacer un esfuerzo", dijo Jupiter con voz fría.
"Tienes razón."
* * * *
El ataque de Kohr fue lo suficientemente fuerte como para hacer que Pluto y Saturn
cayeran al piso, a pesar de haber logrado detenerlo.
"Increíble... Es..."
"... es demasiado fuerte", murmuró Saturn.
Kohr ni siquiera lucía preocupado, es más, su aura estaba muy tranquila y yo sentí que
ni siquiera estaba usando todo su poder. La única solución era esperar hasta que Venus llegara
con la espada Phi para poder aniquilarlo con ella de una vez.
"Sabes", le dije a Mercury, "me pregunto por qué yo siempre tengo que llevar la peor
parte en todas estas peleas. He sido vapuleado, atravesado, pateado, humillado, y ahora Kohr
me hace esto..."
"Ese es el destino de Warrior Eagle", dijo la princesa, quien prudentemente había
decidido acudir a nuestro lado y dejar que Tuxedo Kamen, Sailor Pluto y Sailor Saturn se
hicieran cargo. "Tú eres el líder de los guerreros de Lambda... y entre nosotros, el líder es
siempre el que resulta ser el sacrificado para derrotar al mal. Incluso puede que llegues
hasta a dar tu vida por esta pelea, o por alguno de tus compañeros... tal como ocurrió con
Lynx en aquella época."
"Eso quiere decir... que es muy probable que yo muera en esta pelea."
"No digas eso", dijo Mercury seriamente. "Tú NO vas a morir. Mira a Saturn, Pluto y
Tuxedo Kamen. Ellos están haciendo todo lo posible para protegerte. Y lo mismo haremos todos
tus compañeros."
Mercury se puso de pie y se volvió hacia Kohr.
"Y yo más que nadie evitaré que mueras. Te protegeré con todas mis fuerzas."
"N... ¡No! ¡Espera, por favor! ¡No hagas nada tonto!"
Ella volteó a verme y sonrió. También tenía una mirada muy decidida.
"Lo siento, pero es mi deber."
¿Qué demonios podía hacer? Ahí estaban los cuatro, luchando contra Kohr sin mucho
éxito y recibiendo sus propios ataques.
"Ya era hora que alguno de nosotros llegara."
Lo que dijo la princesa hizo que volviera el rostro. A lo lejos, por el camino por
el que Mercury y yo habíamos entrado, veía venir a Borealis, junto con Sailor Moon y Sailor
Venus. No había tiempo que perder.
"¡Borealis! ¡Date prisa!", grité, con mis pocas fuerzas.
"¡Sí!"
Borealis aumentó la velocidad. Se arrodilló a mi lado y luego me dio algo de energía.
Me sentí lleno de vida otra vez, y quise acabar lo más pronto posible con eso.
"¡Tenemos que hacer algo rápido! ¡No les está yendo nada bien!", gritó Venus viendo
cómo las Sailor y Tuxedo Kamen poco a poco iban perdiendo sus energías.
"No te preocupes. Ahora es cuando Kohr va a conocer mi verdadero poder", dije. "Dame
la espada Phi."
Venus obedeció la orden. Concentré mi aura y la hoja de la espada volvió a aparecer.
"Eagle, no creo que un golpe frontal contra Kohr funcione."
"Ya lo sé, princesa", respondí. "Por eso necesito que me cubran."
"¿Qué planeas, Eagle?", preguntó Borealis.
"Lo obvio; atacarlo cuando esté descuidado, y eso ocurrirá porque ustedes servirán
de distracción."
"¿Y si no resulta?"
Miré a Sailor Moon fijamente.
"Entonces, sólo nos quedaría morir. Si la espada no puede con él, nada lo hará."
Todos, incluida la princesa, se lanzaron al ataque. Kohr permanecía en su trono y no
haciendo nada más que elevar su aura lo suficiente para devolver los ataques de los agresores.
Traté de buscar el momento adecuado para atacarlo con la espada.
Unos segundos antes de encontrar ese momento y lanzarme al ataque tuve un mal
presentimiento, pero no le di importancia.
"¡TOMA ESTO, KOHR!"
Volé hacia Kohr, blandiendo la espada directamente hacia él. Mi plan era usar el poder
de la espada para penetrar la barrera de aura que tenía como protección.
Sin embargo, algo andaba mal. Sentía algo extraño, y provenía de la misma espada. Era
como si me estuviera tratando de decir que lo que estaba haciendo no era lo más adecuado.
Mientras me acercaba a Kohr mi corazón empezó a palpitar rápidamente. ¡Pero no podía
detenerme en ese instante! ¡Estaba a punto de acabar con aquel canalla!
Y entonces, fue cuando ocurrió lo inaudito. Una gran descarga de energía emanó de la
espada y se dirigió hacia Kohr. Pero yo no había disparado aquella descarga. Se había disparado
por sí sola.
Me detuve a medio camino. Eso no estaba dentro del plan, pero tenía que ver qué era lo
que ocurría.
"Es una estupidez, Eagle. No lograrás nada con eso."
Aquella descarga, la cual yo sentí que contenía un inmenso poder, rebotó como si nada
en la barrera de Kohr y luego fue a estrellarse contra un muro. No es necesario decir que aquella
descarga nos tumbó a todos al suelo.
Toda la energía se disipó por completo. Me puse de pie, y vi que ya no había muro.
"Sabes Eagle", dijo Kohr, "hubiera sido mejor que tú me atacaras directamente con la
espada. Así mi barrera hubiera dejado tu cuerpo hecho pedazos."
Dejé caer la espada, con gran sorpresa... Entonces, esa sensación era...
* * * *
Entonces, la espada Phi podía actuar por voluntad propia. La espada, por su propia
cuenta, le había salvado la vida a Eagle demostrándole lo que hubiera podido ocurrir si
llevaba a cabo ese ataque tan arriesgado.
Pero si esa no era la forma adecuada de derrotar a Kohr, entonces, ¿cuál era? ¿De
qué forma debía emplearse la espada?
"Princesa, ¿podría explicarme qué es lo que está ocurriendo?", pregunté.
Ella permaneció callada, y pude darme cuenta que se encontraba tan confundida como yo
lo estaba.
* * * *
Cuando llegamos, vimos un panorama desolador; todo estaba en ruinas, y algunos de
nuestros compañeros estaban tirados en el piso; aunque vivos, pude sentir que sus auras
estaban muy débiles. Además, vi a mi hermano de pie, y con la espada Phi a su lado, en el
suelo. Corrí hacia él inmediatamente.
"Lynx, Jupiter, vayan a ayudar a los demás", ordené, antes de ir con él.
Eagle tenía un rostro de asombro único. ¿Qué habría pasado?
"¿Qué ocurrío aquí, Eagle?", le pregunté, pero no hubo respuesta alguna. Borealis
se apareció a mi lado.
"Aún no lo entendemos bien", me dijo, "pero parece que la espada tiene algún tipo de
voluntad propia."
* * * *
"Así... así es...", recién atiné a decir, luego de que Australis me hubiera hecho
la pregunta hacía ya rato. "Iba a realizar un ataque directo, pero la espada emitió un rayo
por su propia cuenta, sin que yo hiciera nada... Era un ataque de máximo poder, y el rayo
fue rechazado fácilmente. Si hubiera ido directo a él, hubiera quedado hecho trizas..."
"Basta de eso, ya pasó", dijo alguien... ¡Pero si era Yashame!
"¡YASHAME! ¡¿Qué haces tú aquí?!", pregunté.
"Es una larga historia, hermanito. Lo único que necesitas saber es que estoy de su
lado."
"Yashame", dijo Kohr, "sólo tú faltabas traicionarme. El único que conservó su lealtad
hasta el final fue Ceti."
"Eso es porque Ceti era un imbécil", respondió Yashame.
"Exacto, Kohr. Si quieres derrotarnos, no envíes guerreros tan débiles."
Aquella última frase había sido de Uranus. Venía seguida de Neptune y Mars. Eso quería
decir que sólo faltaba una persona...
"¡Kohr! Jamiel me pidió que acabara contigo, ¡y yo no pienso decepcionarlo!"
Unicorn apareció por la entrada de aquella habitación. Su armadura tenía un agujero...
pero él se encontraba bien.
"¡Unicorn! ¡Pero si yo sentí que habías...!"
"Tranquila, Mars, me encuentro bien. No moriré sin antes cumplir la promesa que le hice
a mi amigo Jamiel", respondió Unicorn, sonriendo.
Eso era lo que había estado esperando. Estábamos todos juntos. Kohr jamás lograría
superarnos en combate.
Supuse que Kohr empezaba a tomarse las cosas en serio, pues por primera vez, lo vi
ponerse de pie. Arrojó su capa a un lado, revelando una gran armadura negra y plateada que
cubría su cuerpo.
"Vaya, 17 contra 1. Creo que ahora sí será necesario usar algo de poder", lo oímos
decir. ¿Pero qué se creía ese infeliz? Lo decía como si fuera la gran cosa... Le sería
imposible derrotarnos.
"Las diferencias entre nosotros y él son abismales, Eagle, aunque no lo creas", oí
decir a Yashame. "No lograremos nada si intentamos atacarlo directamente entre todos. Lo que
necesitamos es una estrategia."
"Pero si..."
No tuve tiempo de completar la frase. Vi a todos mis compañeros lanzarse al ataque desde
diferentes flancos. Kohr empezó a elevar su aura, dispuesto a defenderse.
* * * *
Me llené de esperanza. Podíamos derrotarlo, si atacábamos coordinadamente entre todos.
Mercury, Venus, Jupiter y Mars atacaron a Kohr por su lado, lanzando cada una sus
ataques básicos. Esta ofensiva fue rápidamente rechazada, sin embargo, habían logrado distraerlo
lo suficiente como para que los demás intentáramos algo.
"¡Lynx, vamos!"
"¡Sí!
Corrí hacia Kohr velozmente y lancé un golpe con todas mis fuerzas. Él lo detuvo con
su mano izquierda.
"Mald...ito", murmuré. Él sonreía, pero pronto se le quitaría la alegría.
* * * *
Una vez que vi a Kohr ocupado con Unicorn me teletransporté justo en frente suyo. Jamás
podría librarse de mi ataque.
"¡Toma esto!"
Le lancé una patada directa al rostro. A pesar de su estatura y de que las diferencias
en físico entre nosotros eran enormes, logré desestabilizarlo un poco. Kohr se tomó el rostro
y dio unos pasos hacia atrás, adolorido.
"¡Oigan, ustedes, no se queden ahí paradas, es su turno!"
* * * *
World Shaking!
Deep Submerge!
¡Genial! Kohr había perdido la concentración por ese último golpe de Lynx y ahora Uranus
y Neptune estaban aprovechando la oportunidad para atacarlo. Las dos esferas se juntaron,
formando una sola. Kohr recibió el impacto y fue arrastrándose hacia atrás unos cuantos metros.
Al detenerse, vi que se tomaba el pecho, y luego, vi que algo de sangre caía de su boca.
"¡Es ahora o nunca! ¡Tenemos que acabarlo!"
Les hice una seña a Pluto y Saturn, y ambas asintieron. Borealis y yo también
preparamos nuestros ataques.
Silence Glaive Surprise!
Dead Scream!
Northern Ice Storm!
Southern Ice Storm!
Eso era. Eso definitivamente podría acabar con él. Mientras Kohr se ponía de pie,
nuestro ataque se dirigió hacia él, y él nada pudo hacer para rechazarlo; fue arrastrándose
por el suelo, dejando un surco sobre él. Con eso logramos debilitarlo más. Ahora sólo era
cuestión de que alguien le diera el golpe final.
* * * *
"Malditos...", dijo Kohr, poniéndose de pie.
"¡No harás nada!", exclamó Tuxedo Kamen, saltando hacia él. Extrajo su bastón y lo
alargó. El bastón dio a Kohr en pleno pecho y lo empotró contra una de las pocas paredes
que quedaban, la cual quedó hecha pedazos. Sólo un poco más...
"¡Vamos, Sailor Moon! ¡Encárgate de darle el golpe final!", gritó Mars.
Sailor Moon se preparó para lanzar el último ataque. Sin embargo, la princesa la
detuvo.
"¡Espera! ¡Te transferiré algo de mi energía! ¡De esa forma nos aseguraremos por
completo de que Kohr sea derrotado!"
La princesa extendió ambos brazos hacia Sailor Moon. Una gran aura empezó a cubrirla
a medida que su aura se iba incrementando.
"Muchas gracias, princesa Sandra... ¡Ahora acabaré con Kohr!"
Moon Gorgeous Meditation!
Kohr recién empezaba a levantarse de entre los escombros. Al ver el ataque que se
dirigía hacia él, su rostro adquirió una expresión de horror.
"Lo logramos... Por fin acabamos con él...", murmuró Australis. Yo volteé a verla y
sonreí. La pesadilla estaba a punto de llegar a su fin.
* * * *
Luego de la explosión que se produjo, no quedó nada. Ni siquiera sentimos el aura de
Kohr. Por lo visto, ya había sido derrotado. Quedé boquiabierto por la rapidez con la que
todo había acabado. Y yo ni siquiera había hecho nada, porque Yashame, con sus poderes, me
había congelado en mi sitio.
"¡Yashame! ¡Suéltame ahora mismo!"
"No, todavía no. Hay mucho peligro, y tú eres el único que puede derrotar a Kohr."
"¡Pero de qué demonios hablas! ¡¿No ves que Kohr ya ha sido derrotado?! ¡Jamás te
perdonaré que no hayas permitido que participe en el ataque!"
Estaba completamente furioso. Mis compañeros, exhaustos, se felicitaban los unos a
los otros y sonreían. Hasta Lynx y Jupiter se dieron la mano.
"¡Yatta ze!"
"¡Ese fue un genial trabajo en equipo!", exclamó Venus.
"¿Trabajo en equipo? Hay dos haraganes que no hicieron nada", dijo Mars, viéndonos
a mí y a Yashame parados uno al lado del otro.
"Oigan, ¿se pueden saber qué hacen ahí?", nos preguntó Uranus.
Y fue entonces cuando lo vi. Vi la enorme silueta de nuestro enemigo, apareciendo de
entre las sombras. Su armadura estaba destrozada, pero él, seguía vivo.
"¡HÁGANSE A UN LADO! ¡KOHR TODAVÍA NO HA SIDO DERROTADO!"
"¡¡¿Qué?!!"
Todos voltearon, y quedaron horrorizados al ver que lo que les dije era cierto. Había
logrado sobrevivir a todos los ataques, a pesar de su cantidad y del poder que ellos contenían...
Un temblor recorrió mi cuerpo. Pensé que nos encontrábamos frente al diablo en persona.
"Kisama-tachi...", dijo Kohr... Por primera vez, su rostro reflejaba un sentimiento de
ira infinita. Su aura estaba más elevada que nunca, causándonos a todos una extraña sensación
de completo desamparo.
"Yo me encargaré...", continuó, "...de hacerlos SUFRIR HASTA LA MUERTE!!!"
Kohr elevó su energía, haciendo que lo poco que quedaba de su armadura saliera volando
hecho pedazos. Extendió ambos brazos hacia donde nos encontrábamos. Muy rápidamente, Yashame
me cogió del brazo, tomó la espada Phi con la otra, y me arrojó junto con él hacia un lado.
Black Super Nova!
La energía que Kohr había acumulado se condensó en la forma de varias esferas que
una a una fueron acabando con mis compañeros. Yo, viendo todo desde el suelo, nada pude
hacer.
"¡Así, MUERAN! ¡¡No es tan fácil acabar conmigo!!"
El ataque de Kohr terminó. Con espanto, vi a todos sobre el piso, gimiendo de dolor
y con heridas. Corrí hacia Mercury desperadamente.
"¡Mercury! ¡Resiste, por favor!"
"E.. Eagle... ahora sólo tú quedas.."
No dijo nada más. Perdió el conocimiento.
* * * *
Afortunadamente, tenía la suficiente energía como para no perder el conocimiento ante
el ataque de Kohr. Sin embargo, por todo el dolor que sentía, hubiera sido mucho mejor que
eso ocurriera...
"¡¡MALDICIÓN!! ¡¡NUNCA VOY A PERDONARTE ESTO!!"
Eagle estaba fuera de control. Luego de ver a Mercury ser tratada de esa forma...
claro... sólo a ella...
Fue hacia la espada Phi y la cogió. Se dispuso a atacar a Kohr con todo su poder.
Yashame, de un grito, quiso detenerlo, pero por la mirada que Eagle tenía en el rostro,
supe que nada en el mundo hubiera sido capaz de impedir que se lanzara al ataque.
Y como era de esperarse, su ataque no hizo nada. Kohr lo rechazó y lo mandó a volar,
destruyendo parte de su armadura y haciendo que la espada Phi cayera hacia otro lado.
"¿Cuál... cuál es la forma de derrotar a Kohr?", me pregunté, desesperada.
"Al parecer, ni siquiera el ataque hacia tus amigos fue lo suficiente como para que
lograras sacar el máximo poder de la espada Phi. Pero poco a poco vas comprendiendo, Eagle",
dijo Yashame, acercándose hacia el herido Eagle que yacía a un lado. "Espero que con mi
intervención logres dar el último paso."
"El... ¿el último paso?"
"Antes de que muera, voy a devolverte un recuerdo que espero que te ayude, Eagle. Yo
lo borré de tu memoria pues fue algo muy doloroso para ti, pero ha llegado el momento de que
lo sepas. Kohr fue el que asesinó a nuestro padre. Él... él fue el culpable de que Nadia y
tú se separaran cuando aún eran muy pequeños."
Australis, que yacía a mi lado, vió con incredulidad a Yashame.
"Q... ¿qué?"
Vi a Yashame apretar con furia uno de sus puños. Entonces no era cierto que las facciones
rebeldes habían acabado con el anterior Warrior Eagle, sino que más bien fue... Kohr.
"Por esa época yo ya empezaba a caer bajo el poder de Kohr, y por eso no pude tomar mi
lugar correspondiente como Warrior Eagle", continuó Yashame. "Kohr se encargó de que yo me
rebelara contra nuestro padre a causa de una estupidez. Y mientras yo entrenaba en otro lado
para convertirme en Warrior Camelopardalis, él asesinaba a nuestro padre..."
Yashame se detuvo por un momento. Por primera vez, vi lágrimas caer de sus ojos. Él
nunca había llorado en toda su vida.
"¡Y eso es porque Kohr le temía al siguiente heredero del signo Aquila! ¡Conmigo fuera
del camino, jamás creíste que un niño de cinco años fuera capaz de acabar contigo! ¡Pero ahora
ese niño se ha convertido en el nuevo Warrior Eagle, y va a destruirte!"
"Esas son estupideces. Si no pudo derrotarme en la época de la Alianza, mucho menos lo
hará ahora, que ya está completamente acabado."
"Eso es lo que tú crees, Kohr... Pero él está a punto de comprender la verdadera
naturaleza de la espada Phi. Yo lo haré entender."
Sin decir nada más, Yashame elevó toda su aura y se lanzó hacia Kohr. Estaba luchando
más con el corazón que con la cabeza, y por eso no pudo evitar que de un simple golpe, Kohr
lo derrotara. El puño de Kohr lo atravesó, hiriéndolo de muerte en el pecho.
"¡YASHAME!", gritó Australis.
Yashame cayó. Los que estábamos conscientes presenciamos aquella horrible escena.
"Ya...shame"
"Eagle", dijo Yashame, con voz clara y fuerte, a pesar de que su muerte ya estaba
próxima, "ahora ya he cumplido con mi misión... Yo no soy el indicado para derrotar a Kohr.
En cambio tú, tú eres el único capaz... El verdadero poder de la espada Phi no se encuentra
en la fuerza... ¡Compréndelo, por favor!"
Yashame alzó el brazo. Estaba extrayendo la poca aura que quedaba en su cuerpo. Esa
aura fue a dar a los cuerpos de Eagle y Australis.
"Adiós... hermanos..."
Poco después, su aura desapareció por completo. Australis, con el rostro desencajado,
sólo agachó la cabeza.
"Este es el fin...", la oí gemir.
Lo que ella decía era cierto. Ya no había ninguna esperanza de que pudiéramos ganar.
Kohr fue acercándose lentamente a Eagle, quien seguía tirado sobre el piso. Al principio
yo hubiera tenido alguna esperanza en él, pero lo que había ocurrido ya era demasiado. Estaba
completamente derrotado, pues no hizo ningún intento por moverse.
"Eagle...", dijo Kohr, riendo. "¿Quieres que te confiese algo, ahora que ya estás a
punto de morir?... Puede que tu bastardo hermano haya tenido razón. Quizás yo sentía algo de
temor pues sé que esa estúpida espada es la única forma de acabar conmigo. Sin embargo, ahora
que la única persona que puede usarla se haya completamente aterrorizada y derrotada, ya no
hay ningún peligro para mí. Una vez que acabe contigo todo será más fácil. Me apoderaré de las
voluntades de tus amigos y la Tierra, al igual que Lambda, será un planeta más dentro de mi
gran imperio."
Kohr alzó un brazo, y formó una esfera de energía... Iba a matar a Eagle...
"No encontraste la clave, Eagle. No encontraste la clave para manipular correctamente
la espada Phi. Si lo hubieras hecho, quizás hubieras tenido alguna oportunidad de acabar
conmigo, pero no..."
"Acaba de una vez, Kohr", dijo Eagle en un susurro. "Acaba con mi pesadilla y mátame
de una maldita vez."
"Como tú quieras..."
Crescent Beam!
Repentinamente, un ráfaga de luz dorada dio a Kohr en la mano, evitando que matara a
Eagle. Volteé para ver de quién se trataba. ¡Era Venus!
"¡Eres una niña estúpida!", rugió Kohr. "¡Sólo prolongas el final!"
Venus dio unos pasos hacia donde estaba la espada Phi, y la cogió. Kohr alzó una ceja.
"Eagle no es el único que puede usar la espada Phi, Kohr", declaró Venus, blandiendo
la espada entre sus manos. "¡Por el pacto de sangre, yo también puedo hacerlo!"
"¿Ah, sí? ¿Y qué piensas hacer?", respondió Kohr, volviéndose hacia ella.
"Acabar contigo", dijo Venus, sonriendo. "¿Y sabes por qué? ¡Porque he encontrado la
respuesta! ¡¡Sé cuál es la forma de obtener el verdadero poder de esta espada!!"
Venus alzó la espada y luego la bajó con todas sus fuerzas. Lo que logró fue un
impresionante ataque de energía pura que destruía cuanto encontraba a su paso. Al llegar
a Kohr, éste trató de detenerlo, pero la energía era demasiada y no pudo hacerlo. Aquella
ráfaga logró empujarlo hacia atrás. Kohr pudo frenarse, pero en un fracción de segundo
Venus ya se encontraba frente a él.
"¡Esto es por dañar a mis amigos y para vengar la muerte de Yashame!", exclamó Venus.
Sencillamente, no podía creer lo que veían mis ojos. Una inmensa aura cubría a Sailor
Venus, quien era una simple Inner Senshi. Con veloces lances y esquives, iba produciendo
varias heridas a Kohr en distintas partes de su cuerpo, y Kohr no atinaba a hacer nada.
"Pero... se supone que ella no tiene el poder suficiente para manipular la espada...",
pensé.
"El verdadero poder de la espada Phi no se encuentra en la fuerza...
¡Compréndelo, por favor!"
"¡Eso es!", me dije a mí misma. "¡El poder de la espada Phi se encuentra en el espíritu
de lucha de quien la use!"
Eso era todo... Era tan simple... ¡Todavía quedaba una esperanza!
Venus seguía atacando a Kohr con vehemencia. Un golpe más de Venus, y Kohr quedó
tirado sobre el piso, sangrando profusamente.
"¡No tengas piedad, Venus!", exclamó Borealis. "¡Ahora es tu oportunidad de acabar con
él!"
Venus escuchó la orden y preparó un ataque más.
"¡He dicho que es INÚTIL!"
Kohr se puso de pie. Pero esta vez, su aura era mucho más temible que las veces
anteriores.
Una espada empezó a materializarse en su mano. Era inmensa, casi el doble de la espada
Phi. Varios chisporroteos de energía la rodeaban.
"Supongo que este será un duelo de espadas", sonrió Kohr.
Aquello no tuvo nada de duelo. Kohr, con gran velocidad y fuerza, mandó a volar la
espada Phi de las manos de Venus, y luego, la golpeó. No hubo nada de piedad en ese último
golpe. Venus dio un tremendo grito y cayó sobre el piso.
Sus compañeras, que ya habían recobrado la conciencia, gritaron su nombre. Sin embargo,
no hubo respuesta de su parte. Ella no estaba muerta... lo único que había hecho Kohr era
dejarla sin energías para que lentamente fuera encaminándose a la muerte.
"¿Lo ves, Eagle?", dijo Kohr. "He ahí el secreto de tu famosa espada. Lástima que ya
no tengas fuerzas para intentar nada."
"¡Eagle, levántate!", gritó Mercury.
"¡Tú eres el único que puede derrotarlo ahora!"
Australis, Unicorn, Borealis y las Inner Senshi lo animaban, pero él seguía tirado sobre
el piso.
"Ya nada... ya nada se puede hacer... Quiero morir de una vez...", repetía Eagle.
"Acabaré contigo de una vez. Ya me cansé de jugar."
Kohr tomó distancia y empezó a preparar su ataque.
El destino de Warrior Eagle era sufrir y sacrificarse por sus compañeros... Quizás el
sacrificio de Eagle era necesario para que luego nosotros lográramos alcanzar nuestro máximo
nivel. Tal vez, si Eagle moría, nuestra furia contra Kohr sería tanta que lo acabaríamos
fácilmente. Después de todo, ese era su destino.
Pero yo no quería eso. No podría soportarlo jamás si él moría.
Volteé a ver a Mercury. Lágrimas corrían por sus mejillas. Ella también sufriría mucho
si Eagle moría.
En ese momento, abrí los ojos. Era hora de darme cuenta de lo que era verdaderamente
importante; derrotar a Kohr, y que todos viviéramos felices y en paz. La persona que menos
necesitaba vivir, esa era la que tenía que morir. Si Yashame no había logrado nada con su
sacrificio, entonces... yo... ¡Yo sí lo lograría! Lo mejor que podía hacer era permitir que
Mercury y Eagle vivieran juntos y en paz... Yo debía de hacerme a un lado.
Me puse de pie, con la poca energía que me quedaba.
"Mi... ¡Misao!", gritó Sandra, desde el piso. Yo volteé a verla y sonreí.
"Perdóname por haber sido tan egoísta. Adiós, Sandra."
"¡¿Qué piensas hacer?!"
Yo sabía bien lo que iba a hacer ¡Yo lo haría! ¡Lo haría por mi Naki-chan!
* * * *
Black Super Nova!
Vi venir la esfera de energía que acabaría conmigo. Eso era lo que yo más quería en
ese momento. Morirme y acabar con todo eso.
"¡NO! ¡Tú no vas a morir, Naki-chan!"
Pero para gran sorpresa mía, Lynx se teletransportó frente a mí, y extendió los brazos.
"¡LYNX! ¡¡Sal de ahí!!"
"¡No! ¡No puedo permitir que tú mueras! ¡Todavía tienes que derrotar a Kohr!"
"¿C...cómo dices...?"
La esfera impactó en Lynx antes de que yo pudiera intentar protegerla. La energía
del ataque destruyó su armadura por completo... y no pude ver nada más.
Cayó a mi lado. Yo sólo pude observarla... sólo la vi sufrir ese ataque y no hice nada
para detenerlo... ¡Maldita sea!
Fui hacia ella y la tomé en brazos. Todavía seguía con vida.
"Lynx... por qué hiciste eso...", le dije, a punto de estallar en llanto.
"E...escúchame...", me dijo, con voz casi imperceptible, "Para usar la espada Phi, no
basta conque tengas un aura muy poderosa... También... también tienes que tener un gran
espíritu de lucha... Tienes que DESEAR ganar el combate con todas tus fuerzas..."
Entonces... eso era lo que la espada Phi había tratado de advertirme antes.
"Fue por eso que Yashame te contó lo de tu padre... y fue por eso que se sacrificó. Para
que tú te enfurecieras y derrotaras a Kohr... Pero lo que él hizo fue... fue en vano..."
"No hables más, por favor", dije, esta vez con lágrimas. "Ya no gastes energías. Puedes...
puedes morir..."
Ella sonrió, y extendió su mano, secando las lágrimas de mi mejilla.
"Pero... pero si tú sabes que yo voy a morir..."
"¡¡NO!! ¡Tú no vas a morir!"
"Po...por favor...", dijo, "derrota a Kohr. Si no es por mí, hazlo por Ami... Ella
sufriría mucho si tú mueres..."
Empecé a desesperarme... Ella se había sacrificado sólo para que yo...
"¿Hiciste esto sólo... sólo por Ami y por mí...?"
"Eso ya... ya no importa. Lo que importa es que ahora ustedes serán felices..."
"¡¡TONTA!! ¡¿Cómo puedo ser feliz?! ¡¿Cómo puedo ser feliz... si tú... si tú vas a
morir por culpa mía?!"
Un profundo dolor oprimía mi pecho... Nunca pensé que el amor de Misao por mí fuera
tan grande como para dar su vida sólo en mi beneficio.
"Haré algo más por ambos... Te daré toda la energía que me queda, y mi esencia misma
pasará a formar parte de ti... Estás muy débil como para luchar ahora..."
"¡No, no, NO! ¡Ya no hagas nada más, por favor... por favor!"
Pero era inútil. Ella no iba a hacerme caso. Toda su energía pasó a mí, mientras su
cuerpo iba desapareciendo lentamente.
Sus últimas palabras fueron "Te amo, Naki-chan..."
Casi me volví loco. Grité mi pena con todas mis fuerzas.
"¡¡¡MISAO, NOOOOO!!!"
-------------------------------------------------------------------------------------------------
"Yatta ze" - Lo hicimos
"Kisama-tachi" - "Ustedes" en forma muy despectiva (puede traducirse como "Bastardos").
Ahora sólo falta un capítulo para el final. ¡Qué esperan que no van a leerlo!
Preguntas, comentarios, sugerencias, insultos: seiyakou@latinmail.com
Related content
[ TEXT ]
Sehibzeh - Arkadios, Capitulo 1- Borrador-
Comments:
0