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La Alianza - Episodio 2
Bishoujo Senshi Sailor Moon: La Alianza
Episodio 2: El primer combate. ¡Qué chicas más bellas!
El día siguiente llegué tarde a mi primer día de clases, cortesía de Usagi Tsukino,
quien tenía el deber de despertarme. El maldito de Eta se había ido y ni siquiera se había
molestado en hacerlo (aunque conociendo a Usagi, supongo que era mi culpa...). Afortunadamente,
la profesora no se molestó, y parecía ser una persona muy comprensiva.
"No te preocupes, es tu primer día. Pero espero que no se vuelva a repetir."
Me sentía algo nervioso. ¿Cómo iría a recibirme la clase? Mientras la profesora me
presentaba yo fui echando una ojeada a los muchachos... hmmm, caras muy comunes, ninguna
chica demasiado bella... Era el salón más normal y tranquilo que había visto en mi vida.
Tras presentarme a la clase, la profesora me dijo que podía sentarme donde yo quisiera.
"Claro, como hay tantos sitios...", pensé, mientras elegía el más cercano de los
únicos dos sitios que había en todo el salón. Me daba un poco de pena no haber estado en
el mismo salón que Usagi. Quizás de esa manera hubiera sido un poco más fácil para mí
hacer amigos.
"D... disculpa... tú... ¿tu eres el primo de Usagi, no?"
La chica que estaba sentada a mi lado me había hablado. Su voz se escuchaba un poco
temblorosa, como si tuviera miedo de hablarme. Volteé a verla.
"¿Eres su primo, no es así?"
No puede ser... ¿Cómo no me había dado cuenta de este ángel? Era la chica más hermosa
que yo hubiera visto en mi vida. Era bellísima. Era... ¿el amor de mi vida? ¡Diablos! Era la
segunda vez que Eta tenía razón.
"S... ¡Sí! Pero, ¿cómo lo sabes?"
"Bueno, Usagi me contó que vendrías a estudiar a nuestra escuela, y además la
profesora dijo que te llamabas Nakago Tsukino. Es lógico, ¿no?", respondió ella, sonriendo.
Ah claro, el apellido. Que pregunta mas estúpida.
"Que bien empiezas, Nakago", me dije a mí mismo, sintiéndome algo avergonzado.
"Mi nombre es Ami Mizuno. Mucho gusto."
Nos quedamos en silencio durante unos diez segundos, viéndonos el uno al otro.
"Tengo que decir algo", pensé
"Estee... Cuéntame algo acerca de ti."
Un idiota me había dicho que eso funcionaba hasta con la chica más tímida, pero
creo que no resultó. Me di cuenta que Ami no era de las personas que podían expresar sus
sentimientos con facilidad.
"Bueno..."
"Ami Mizuno. 14 años de edad, es Virgo y su cumpleaños es el 10 de setiembre. Y
además, ¡tiene un coeficiente intelectual de 300! Buena elección, muchacho."
La voz venía de detrás nuestro, y yo volteé a ver de quién se trataba. Ami no se veía
muy contenta.
"¡Julian! ¡No digas esas cosas!", le recriminó Ami al muchacho.
"¡Pero si es cierto! Eso es lo que todo el mundo dice de ti. ¡Ah!", dijo el, volteando
a verme, "también te habrás dado cuenta que es muy modesta."
"¿Acaso ustedes dos son familiares?", le pregunté. El se rió por eso.
"¡No, no! Solo muy buenos amigos. Mi nombre es Julian, Julian Wright. Mucho gusto en
conocerte."
Ambos nos dimos la mano. A pesar de sus modales un tanto refinados y su aspecto
andrógino, Julian era un chico normal, sin ninguna de esas desviaciones que tanto me
molesta ver en un hombre.
Riiinnggg.....
"¡¡¡¡RECREO!!!!"
"¡Por Dios! ¡Qué infantiles son todos!", exclamo Julian. Había estado hablando
con él, y me caía muy bien. Era un muchacho divertido y alegre. Era del tipo de personas
que me gustaba tener como amigo.
Ami era muy amable, y ya no mostraba su timidez inicial. Creo que era un poco
como yo; algo retraída con las personas que conocía por primera vez. Y además, estaba muy,
pero muy bien... bueno, comparándola con mi prima...
* * * *
Ami se había adelantado para encontrarse con Usagi, mientras Julian y yo acudíamos
al llamado de la naturaleza. Al regresar, encontramos a Ami y Usagi juntas, junto con otra
chica. Esta chica discutía con otros dos muchachos. Ami y Usagi se veían muy consternadas.
"¡Idiota! No voy a permitir que le faltes el respeto a mis amigas."
"¿Ah si? ¿Y tú que puedes hacer?"
"¡Vamos Ken, dale una lección!"
Esos chicos eran unos cobardes. ¿De verdad pensaban luchar contra una mujer? Yo
debía de hacer algo, y fui corriendo hacia ellos.
"¡Espera Nakago!", exclamó Julian. "¡No te molestes en hacer nada! ¡Makoto acabará
con ellos!"
Yo lo escuché, pero no le hice caso. Y creo que debí de hacerlo. Makoto derribó
a ambos muchachos en cuestión de segundos, y uno de ellos cayo encima mío.
Ken, supongo que dolido en su orgullo por haber sido derrotado por una mujer, decidió
desquitarse con la primera persona que vio. Para desgracia SUYA, resulté ser yo.
"Tú eres el alumno nuevo, ¿no? ¡Por lo visto venías a ayudarla!"
Ken (que era el chico que había caído encima mío) y yo nos incorporamos.
"¡Ahora verás! ¡TOMA ESTO!"
Ken, un mastodonte de 190 cms de estatura y 100 kilos de peso (según me dijo Julian
después), se abalanzó contra mis 168 cms estatura y 60 kilos de peso. Usagi gritó mi nombre,
creyendo que semejante animal podría hacerme algo de daño. Pero yo me agaché y evité su puño
fácilmente.
"¿Qué? ¡No puede ser!"
Quizás. Pero desde que era Warrior Eagle, había adquirido gran experiencia en los
combates, así que luchar contra ese imbécil era pan comido. Mi codo se incrustó en su
estómago, y el cayó al suelo, sin aire.
"Será mejor que no te metas con mi prima y con mi amiga", le dije, "pues la próxima
vez puedo molestarme."
Un gran círculo se había formado alrededor nuestro, y yo era el centro de atención.
Usagi corrió hacia mí y me abrazó.
"¡Nakago! ¿Estás bien?"
"¡Sí! No es la gran cosa, sabes... Solo es cuestión de saber pensar rápido."
"Usagi, ¿lo conoces?"
Makoto se había acercado a nosotros.
"¡Él es mi primo! Te lo dije, ¿recuerdas?"
"¡Ah, es verdad! Mi nombre es Makoto Kino. Oye, peleas bien."
"Gra... gracias."
Makoto era una chica alta, pero no me había dado cuenta que era mi tamaño. Vaya porte
el de esta muchacha.
* * * *
"Julian, información sobre Makoto, AHORA."
"Makoto Kino. 14 años de edad, es Sagitario y su cumpleaños es el 5 de diciembre.
Es una excelente cocinera, y como ya te habrás dado cuenta, no es buena idea meterse con
ella."
"Hmmm, que sorprendente. Será una amiga muy interesante... Oye, ¿de dónde sacas todos
esos datos?"
"Soy uno de los discípulos de Umino Gurio-sama. El me enseñó todo lo que sabe."
"Ahh...", respondí yo, sin darle mas interés al asunto.
Íbamos de regreso a casa junto con Usagi y Ami, quienes iban caminando delante
nuestro. Había sido un buen día; había hecho buenos amigos y ya había logrado impresionar
a unas cuantas nenas luego de lo ocurrido con Ken. Me preguntaba como le habría ido
a Eta.
Tambien me preguntaba qué pasaría si todos mis amigos se enteraban de mi verdadera
identidad. No sé, sentía algo... sentía como si tarde o temprano, de alguna manera, ellos
se enterarían de todo. Se me ocurría que llevar una doble vida no sería fácil. ¿Y qué tal
si una sombra o un Dark Soldier me atacaba en ese momento, y ponía en peligro la vida de
uno de ellos? Yo no tendría mas remedio que transformarme y defenderlos. Y tras eso...
podrían tenerme miedo y rechazarme... o tratarme como a un héroe nacional. Había toda una
gama de posibilidades.
No sé si sería bueno o malo, pero en ese momento no llevaba conmigo mi pluma de
transformación.
"Oye Nakago, ¿ya te fijaste en Ami, no? ¡Qué rápido eres!"
La voz de Julian me sacó de todos esos pensamientos y me volvió a la realidad.
"¿Qué? ¿Qué dices?"
"¡Digo que ya te fijaste en Ami!"
Ami y Usagi voltearon a vernos.
"¡Julian! ¡Ya basta! Nakago, no sé que te estará diciendo Julian de mí..."
Creo que en ese momento se dio cuenta de todo.
"...pero mejor no... no le hagas... caso."
Ami era inteligente pero un poco lenta para darse cuenta de ciertas cosas. Usagi
sí se había dado cuenta, y se reía maliciosamente, lo mismo que Julian. Ami y yo nos
sentíamos muy avergonzados.
"Julian... no querrás que te pase lo mismo que a Ken, ¿no?"
"¡Está bien, está bien, no te molestes! Si quieres te puedo ayudar..."
"¡No hace falta! Yo puedo solo."
* * * *
Por fin en casa. Que felicidad.
"Nakago, ¿qué tal te fue en tu primer día en el colegio?"
Eta saltó sobre mi cama, como siempre lo hacía cada vez que teníamos nuestras
largas charlas durante la noche. Y a mí me gustaba, porque él siempre me escuchaba.
"Bueno, hice algunos amigos... y tuve una pelea."
"Genial, ni bien llegas y ya te haces notar. ¿Qué pasó?"
Le conté acerca de Ken, Makoto, y todo lo que había ocurrido. Él escuchó todo hasta
el final, en donde recién decidió hablar.
"Si quieres tener pleitos está bien, no es mi problema. Pero te recomiendo que te
limites a defenderte, pues por tu velocidad y tus habilidades, la gente podría darse cuenta
que no eres un chico normal."
"No te preocupes, sé controlarme. No lo golpeé tan fuerte, solo quise darle una
lección."
"¿Y qué más ocurrio?", preguntó Eta, muy interesado.
"Nada más..."
Preferí no decirle nada acerca de Ami. Seguro que no le gustaría. Ahora era mi turno
de hacerle preguntas a él.
"¿Y tú qué has hecho durante todo el día? ¿Has logrado conseguir alguna pista sobre
la ubicación del segundo guerrero?"
"Creo que sí. He sentido su energía con más fuerza esta vez, pero sólo durante ciertos
intervalos de tiempo."
"¿Por ejemplo?"
"Cerca del mediodía y a eso de las 2 de la tarde, la hora a la que sales del colegio.
Es mas, mientras más me acercaba al colegio, sentía su energía con más fuerza. ¿Conociste
a alguien extraño ahí?"
"No. A nadie. Todo bien."
Unos golpes en la puerta interrumpieron nuestra conversación.
"¡Nakago! Creo que lo de Ami te afectó un poco, ¿no? ¡Estás hablando solo!"
Era Usagi. Yo miré a Eta muy asustado, pero él estaba como si nada pasara. Siempre
sabía conservar la calma en cualquier situación, y puso las palabras en mi boca, como
siempre ocurría cuando éramos "sorprendidos".
"Sí, me gusta hablar con Eta acerca de cómo me fue durante el día. Con eso puedo
dormir más tranquilo."
Escuché la risita de Usagi detrás de la puerta, y luego su voz.
"¡Ja! Asegúrate de contarle acerca de Ami. ¡Buenas noches!"
Yo suspiré aliviado, pero Eta ya me estaba mirando mal.
"¿Quién es Ami?"
"¿Qué te importa?"
"¡Nakago!"
"¡Bueno, ya, es una chica de la escuela! ¿Me vas a prohibir que tenga amigas?"
"¡No, sólo te pido que recuerdes lo que te he dicho! ¡Hasta mañana!"
"¡Hasta mañana!"
Y así era todas las noches. Siempre tenía que haber una pelea.
* * * *
Esta vez sí estaba muy cansado, y hubiera dormido hasta el día siguiente si Eta no
me hubiera despertado cerca de la medianoche. Cuando abrí los ojos lo vi sobre mi cabeza
lamiéndome la cara.
"¡Estás muy cariñoso Eta! ¿Por qué no le haces lo mismo a Luna?"
Él me miró disgustado. Seguro que todavía seguía resentido conmigo.
"No seas imbécil. Vamos a tener un poco de acción esta noche."
¡¿QUE COSA?! Me paré de un salto y volé hasta el otro lado de la habitación,
alejándome lo más posible de él.
"¡Lo sabía! ¡Con razón siempre me pides que me aleje de las chicas! ¡Y nunca te he
visto con otra gata!"
"¿Quieres dejarte de...? ¡MIRA POR LA VENTANA!"
Lo hice, y pude ver, sobre un edificio cercano, a unas personas. Destellos multicolores,
gritos, explosiones... Era obvio que se estaba llevando a cabo una pelea.
"¡Eta! No me dijiste que había un tercer grupo en acción."
"¡Yo tampoco lo sabía! Si vamos a luchar contra otro enemigo, entonces estamos perdidos.
No me agrada nada lo que esta pasando. ¡Vayamos a investigar!"
Correr por las calles de una ciudad en ropa de noche no era precisamente una de mis
actividades favoritas (aunque si era para hacer alguna travesura, no tenía incovenientes).
Fue imposible no cruzarme con algun transeúnte que al verme vestido así y con un gato
colgado de mi cuello, no dudaría en afirmar que yo estaba loco. Por fin, pude llegar al
edificio en cuestión. Una gran cantidad de rocas cayó de la cima, y yo tuve que dar un gran
salto para evadirlas.
"Eta, ¡quítate de mi espalda! Tengo que transformarme."
"¡Está bien! Te espero allá arriba."
Eta trepó las paredes del edificio con gran agilidad. Mientras tanto, yo cambiaba
mi apariencia.
Aquila Constellation Power, Make Up!
Volé hasta la cumbre del edificio y me reuní con Eta, quien estaba escondido detrás
de unos barriles (¿qué hacen unos barriles sobre un edificio? Bueno...). Como yo, no podía
creer lo que sus ojos veían.
Eran cinco chicas. Cinco espectaculares chicas con minifaldas y uniformes de
marinerito luchaban contra un Dark Soldier. Todos sus movimientos, sus ataques... eran para
morirse de un ataque cardíaco.
"Eta... ¿tienes... tienes idea de quiénes son ellas?"
"No, no sé sus nombres, pero de seguro que son las guerreras que protegen este planeta,
tal como tu eres un guerrero que protege el planeta Lambda. Bajo otras circunstancias sería
mejor que nos retiráramos, pero como están luchando contra un Dark Soldier, supongo que
está tambien es tu lucha, así que ve a ayudarlas... ¡Y límpiate la saliva de la boca!"
¡Que emoción! ¡Lucharía al lado de esas cinco hermosas guerreras! La adrenalina
fluía por mi cuerpo.
"¡No te preocupes Eta!"
La primera impresión es muy importante, asi que decidí esperar el momento adecuado.
Mientras tanto, las guerreras iban cediendo terreno al Dark Soldier. Por esto pude darme
cuenta de que no eran muy poderosas, pues este Dark Soldier no era muy fuerte. Solamente
una guerrera quedaba en pie, una con traje azul. Las demás estaban sobre el piso, víctimas
del agotamiento y el daño sufrido.
Shine Aqua Illusion!
El Dark Soldier atrapó su ataque con una mano.
"¡No! ¡No pude hacerle nada con mi mejor ataque!"
Ese desgraciado se rió, burlándose de ella.
"¿Ese fue tu mejor ataque? Esta pelea está muy aburrida. ¡Guerreros del planeta
Lambda! ¡¿Dónde se encuentran?!"
Tras decir esto, devolvió el ataque a la agresora, quien lucía completamente
indefensa. Ninguna de sus compañeras podría ayudarla. Eso quería decir que mi oportunidad
había llegado.
"¡Ahora!"
Volé lo más rápido que pude, y me arrojé hacia ella, tomándola en brazos y salvándola
de una muerte segura. Puse a la chica a un costado. ¡Pobrecita! Estaba temblando.
"¿Quién... quién eres tú?", me preguntó, algo asustada.
"Más tarde tendremos tiempo para las presentaciones. Ahora quiero que te quedes aquí.
Yo me encargaré de esto."
Me acerqué hacia el soldado de Kohr, pasando junto a las demás guerreras. Todas
me observaban, MUY sorprendidas. Seguro que no se esperaban que alguien viniera a ayudarlas.
"Vaya", dijo el Dark Soldier, "parece que al fin las cosas se van a poner buenas."
"No lo creas."
Levanté ambos brazos, invocando el poder de la constelación del Aguila.
Blue...
Una gran cantidad de energía se acumuló en mis manos, y con ella formé una esfera,
para luego dividirla en dos elipses, cada una en una mano.
Expansive...
Para cerrar con broche de oro, arrojé ambas elipses al enemigo.
WIIIIIIINGSSSSSSS!!!!!!!
--Eagle, ¡no seas escandaloso!--, se quejó Eta.
--¡Gomen! Es que quiero impresionar a estas hermosuras.--
El ataque dio resultado. El soldado no tuvo tiempo para esquivar mi veloz ataque,
y se desintegró en medio de una nube negra. De el sólo quedó un montón de polvo.
La chica a la que había rescatado se puso de pie, y empezó a ayudar a sus amigas.
Todas ellas me miraban con curiosidad, incluso creo que con algo de temor. No era para
menos, después de la facilidad con la cual había destruido al enemigo que ellas ni siquiera
pudieron rasguñar.
"No teman. No voy a hacerles daño.", dije yo, para que se calmaran.
Una de ellas se animó a dar unos pasos al frente, y me dirigió la palabra.
"¿Quién eres tú?"
¡JAJAJA! Había estado esperando una oportunidad para pronunciar mi glorioso
discurso de presentación.
"Soy una estrella fugaz que lucha contra la oscuridad... ¡WARRIOR EAGLE HA LLEGADO!
¡AAH!"
(pose).
Ellas se veían poco impresionadas.
"Oye, Eagle... si así te llamas...", dijo una de ellas, con traje rojo, "ese grito
estúpido al final no era necesario."
--¿Lo ves, Eagle? ¡Te lo dije!--, me gritó Eta.
"Esteeee... bueno, soy un guerrero de otro planeta. Ahora estoy buscando a mis
compañeros, que se supone están perdidos en este mundo."
"¿Que están... perdidos en la Tierra?", dijo la primera guerrera.
"Suena extraño, pero así es. No dudo que muy pronto aparecerán."
Ella sonrió, y se presentó, junto con sus demás compañeras.
"Yo... yo soy Sailor Moon, y formamos parte de las Sailor Senshi. Nuestro deber es
proteger este planeta. Ellas son Sailor Mercury, Sailor Mars, Sailor Jupiter y Sailor
Venus."
Así que Sailor Mercury...
Todas ellas sonrieron en respuesta, y yo me sentía algo cohibido por tanta preciosura
que había alrededor mío. Tuve que cambiar el tema de conversación.
"Tal parece que estaremos luchando en el mismo bando. El guerrero contra el cual
estaban luchando se llama Dark Soldier. Es uno de los guerreros de Kohr."
"¿Kohr?", preguntó Sailor Venus.
"Kohr es el malvado ser que dejó sin vida a Lambda, mi planeta. Creo que ustedes no
podrán solas contra ellos. Esta batalla no será fácil para ustedes. Yo trataré de ayudarlas
cada vez que pueda, ¿de acuerdo?"
"¡Claro!", dijeron todas.
Le hice una pequeña señal de aprobación a Sailor Mercury, y me fui rápidamente de
ese lugar.
* * * *
"Que increíble... Así que las Sailor Senshi."
Estaba sentado sobre mi cama, con Eta en mi regazo. Yo estaba feliz de la vida,
pero él, creo que no tanto.
"Oye Nakago, no tenías por qué decirles todas esas cosas. No tenían la necesidad
de saber nada acerca de ti."
Sorprendido por las palabras de Eta, traté de buscar una salida para excusarme.
"¿Pero qué te pasa? Se nota que son unas personas muy confiables. Además, estaremos
luchando en el mismo bando, así que tienen que saber algo de mí, ¿no?"
"Puede ser, pero no creas que irán a ser de mucha ayuda. Ese Dark Soldier era
muy débil."
Brincó al piso, y yo ya estaba a punto de patearlo. Siempre me ganaba en todas las
discusiones. Bueno, al menos ya tenía unas aliadas, muy bellas, por cierto...
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Umino Gurio - Kelvin
"Gomen" - Perdón, lo siento.
"-sama" - sufijo que denota respeto, alabanza (como en kami-sama, que quiere decir Dios.
Ahora ya saben por qué no lo tradujeron).
Preguntas, comentarios, sugerencias, insultos: seiyakou@latinmail.com
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