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-Vamos. - le dijo Elliot en lo que se adentraban al bosque frente al castillo, era una hermosa mañana, podía escuchar el viento y como este movía sus ropas. - No te parece que el sol está extraño? - le preguntó mirando hacia el cielo llevándose una mano para cubrirse la luz de los ojos.

-Extraño? - preguntó Cerisse alzando una ceja observando lo que él empezaba a señalar. Tenía razón, el sol y el cielo se miraban distintos, emitía un brillo de otro color. - ... Es extrañamente hermoso. Luego el viento dejó de escucharse. Y no sólo era el viento, los pajaritos habían dejado de cantar, la luz empezaba a apagarse y se hizo de noche. - Un eclipse....? En el cielo se dibujaron varios círculos, pentagramas y hechizos. Fue cuando la tierra empezó a temblar, los arboles del bosque se sacudían, crujían mientras caían unos entre otros, alcanzó a activar el escudo antes de que este les golpease.

----

Llegó corriendo a la zona de batalla, donde había surgido aquel blanco árbol en medio de aquel lago. El árbol de la vida, el árbol de las brujas, aquel árbol que la hedendora empezaba a alimentar con la sangre y muerte de los brujos traidores.

-No... - musitó, había muchos cuerpos en el suelo, gente de que empezaba a reconocer mientras pasaba a su lado. Aunque no hubiesen sido sus amigos dolía mirarlos moribundos o heridos.

El pasto crujía por donde pisaba y entre más avanzaba su corazón parecía que pararía en cualquier momento por los nervios y tensión que sentía, el miedo de ver algo que no le gustaría y ahí frente al lago estaban aquellos que le importaban demasiado, a los que había prometido proteger.

-No.... no por favor.. - se llevó las manos a la cabeza en su desesperación y negación al verlos en el suelo inertes.

Mira.... Cerisse.... Mira lo que has hecho...
Eres una inútil

-Por que nunca puedo hacer nada bien...?

Temblorosa se acercó a ellos observándolos mientras las lagrimas salían ninguno de ellos se movía y se rompió cuando miró a su padre abrazando a su madre, él también inmóvil con el rostro oculto en el pecho de esta del que salia una flecha.

----

La pesadilla se repitió y tomó a su padre que era un cuervo entre sus brazos. Les había fallado, a todos, les prometió que los protegería pero esta vez su debilidad no le permitió lograrlo. Para que lo seguía negando, para que se esforzaba en negar siempre lo que jamás acepto? No había salvación para ella, era una enferma inútil.

Entró al lago que reflejaba el cielo estrellado. Se sentía tan cansada, ya no había nadie de cualquier manera. Se elevó sosteniendo con mucho cuidado al cuervo y al estar en lo más alto que pudo observó lo que la hendedora había hecho, el cielo en aquel extraño Eclipse, la luna y el sol en un mismo lugar.

Pero que caso tenía el sol y la luna ahora si a los que amaba ya no estaban.

Qué caso tenía, no podía seguir así.

La culpa la llenaba y el dolor de perderles.

Y se dejó caer de espalda desde aquella altura sosteniendo con fuerza a Garmus. El viento sacudiendo su falda y cabello mientras caía rápidamente. Pronto todo acabaría ya no le importaba que su alma fuera consumida por la hedendora.

----

De su nariz empezó a salir sangre y en su cuerpo a aparecer aquellas heridas, no podía despertar.

-----

La actividad.

Su miedo es no poder ayudar a los que ama.

Alex :
Yun
Elliot:
Kelwyn

Su papa y mama también ol<

Total 200 puntos.

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-Vamos. - le dijo Elliot en lo que se adentraban al bosque frente al castillo, era una hermosa mañana, podía escuchar el viento y como este movía sus ropas. - No te parece que el sol está extraño? - le preguntó mirando hacia el cielo llevándose una mano para cubrirse la luz de los ojos.

-Extraño? - preguntó Cerisse alzando una ceja observando lo que él empezaba a señalar. Tenía razón, el sol y el cielo se miraban distintos, emitía un brillo de otro color. - ... Es extrañamente hermoso. Luego el viento dejó de escucharse. Y no sólo era el viento, los pajaritos habían dejado de cantar, la luz empezaba a apagarse y se hizo de noche. - Un eclipse....? En el cielo se dibujaron varios círculos, pentagramas y hechizos. Fue cuando la tierra empezó a temblar, los arboles del bosque se sacudían, crujían mientras caían unos entre otros, alcanzó a activar el escudo antes de que este les golpease.

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Llegó corriendo a la zona de batalla, donde había surgido aquel blanco árbol en medio de aquel lago. El árbol de la vida, el árbol de las brujas, aquel árbol que la hedendora empezaba a alimentar con la sangre y muerte de los brujos traidores.

-No... - musitó, había muchos cuerpos en el suelo, gente de que empezaba a reconocer mientras pasaba a su lado. Aunque no hubiesen sido sus amigos dolía mirarlos moribundos o heridos.

El pasto crujía por donde pisaba y entre más avanzaba su corazón parecía que pararía en cualquier momento por los nervios y tensión que sentía, el miedo de ver algo que no le gustaría y ahí frente al lago estaban aquellos que le importaban demasiado, a los que había prometido proteger.

-No.... no por favor.. - se llevó las manos a la cabeza en su desesperación y negación al verlos en el suelo inertes.

Mira.... Cerisse.... Mira lo que has hecho...
Eres una inútil

-Por que nunca puedo hacer nada bien...?

Temblorosa se acercó a ellos observándolos mientras las lagrimas salían ninguno de ellos se movía y se rompió cuando miró a su padre abrazando a su madre, él también inmóvil con el rostro oculto en el pecho de esta del que salia una flecha.

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La pesadilla se repitió y tomó a su padre que era un cuervo entre sus brazos. Les había fallado, a todos, les prometió que los protegería pero esta vez su debilidad no le permitió lograrlo. Para que lo seguía negando, para que se esforzaba en negar siempre lo que jamás acepto? No había salvación para ella, era una enferma inútil.

Entró al lago que reflejaba el cielo estrellado. Se sentía tan cansada, ya no había nadie de cualquier manera. Se elevó sosteniendo con mucho cuidado al cuervo y al estar en lo más alto que pudo observó lo que la hendedora había hecho, el cielo en aquel extraño Eclipse, la luna y el sol en un mismo lugar.

Pero que caso tenía el sol y la luna ahora si a los que amaba ya no estaban.

Qué caso tenía, no podía seguir así.

La culpa la llenaba y el dolor de perderles.

Y se dejó caer de espalda desde aquella altura sosteniendo con fuerza a Garmus. El viento sacudiendo su falda y cabello mientras caía rápidamente. Pronto todo acabaría ya no le importaba que su alma fuera consumida por la hedendora.

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De su nariz empezó a salir sangre y en su cuerpo a aparecer aquellas heridas, no podía despertar.

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La actividad.

Su miedo es no poder ayudar a los que ama.

Alex :
Yun
Elliot:
Kelwyn

Su papa y mama también ol<

Total 200 puntos.