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Description
Leyendo sobre folklore de tigres cambiaformas, me he encontrado con un patrón curioso; en muchas historias coreanas (pero también algunas chinas y birmanas) los hombres-tigre suelen aparecer bajo la apariencia de monjes. Por ejemplo, se cuenta que el distrito Hangyangbu fue azotado por una serie de sangrientos ataques de tigres. Cuando se encomendó al legendario general Gang Gam-Chan tomar cartas en el asunto, éste encontró que los responsables eran dos hombres tigre que merodeaban de incognito bajo la apariencia de monjes. Por suerte, aceptaron abandonar el distrito por su propio pie al verse descubiertos. Inmediatamente cesaron los ataques.
Aunque peligrosos y engañosos, estos monjes tigre también poseían amplios conocimientos y sabiduría que podían ser beneficiosos aunque fuera accidentalmente. Por ejemplo, otra historia habla de un joven pobre que una noche se topó en el bosque con un grupo de monjes-tigre hablando entre sí. Espiando la conversación a escondidas se enteró de que la hija de un hombre muy rico del pueblo estaba enferma, y que ningún doctor parecía encontrar la forma de curarla. Ellos, sin embargo, conocían la cura. Gracias a ésto el joven pudo llevar la cura a la enferma y acabó casándose con ella y heredando una gran fortuna. Pero quizá tuvo suerte de que los monjes-tigre nunca hubieran notado su presencia.
Otro patrón curioso en éstas historias es que muchas veces el disfraz de los monjes tigre no era perfecto; en muchas historias chinas y coreanas tienen dificultad para ocultar ciertos aspectos de su apariencia, en especial la cola, así como de comportamiento (por ejemplo, si les ofrecían alguna bebida la bebían a lenguetazos como los animales).

Reading up on weretiger folklore, as I have been for a while now, I found a curious pattern; in many Korean stories (but also some Chinese and Burmese ones), weretigers tend to appear under the appearance of monks. For example, it is believed that the Hangyangbu district suffered from frequent and bloody tiger attacks at one point, and when the legendary general Gang Gam-Chan was asked to investigate, he found that the responsible were actually a couple monks who were really weretigers. Luckily, when found out, they agreed to exile themselves. As soon as the monks left, the attacks stopped for good.
Although dangerous and deceiving, these tiger monks posessed deep knowledge and wisdom on many things, and sometimes this wisdom proved beneficial for regular people. For example, another story speaks of a young man who was very poor. One night, he stumbled upon a gathering of weretiger monks in the forest. He hid and spied on their conversation; they were talking about how the daughter of a very rich and important man from a nearby town was very ill and no doctors could cure her. They, however, knew the cure, and discussed it among each other. The young man cured the girl and ended up marrying her and inheriting a fortune. But maybe he was lucky that the weretiger monks never found out he was spying on them!
Another curious pattern in these stories is that the weretiger's disguise was rarely perfect; in many Korean and Chinese tales they have trouble hiding certain aspects of their appearance, especially the tail, and also of their behavior (for example, if offered a drink they would lap it up like a cat).

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Leyendo sobre folklore de tigres cambiaformas, me he encontrado con un patrón curioso; en muchas historias coreanas (pero también algunas chinas y birmanas) los hombres-tigre suelen aparecer bajo la apariencia de monjes. Por ejemplo, se cuenta que el distrito Hangyangbu fue azotado por una serie de sangrientos ataques de tigres. Cuando se encomendó al legendario general Gang Gam-Chan tomar cartas en el asunto, éste encontró que los responsables eran dos hombres tigre que merodeaban de incognito bajo la apariencia de monjes. Por suerte, aceptaron abandonar el distrito por su propio pie al verse descubiertos. Inmediatamente cesaron los ataques.
Aunque peligrosos y engañosos, estos monjes tigre también poseían amplios conocimientos y sabiduría que podían ser beneficiosos aunque fuera accidentalmente. Por ejemplo, otra historia habla de un joven pobre que una noche se topó en el bosque con un grupo de monjes-tigre hablando entre sí. Espiando la conversación a escondidas se enteró de que la hija de un hombre muy rico del pueblo estaba enferma, y que ningún doctor parecía encontrar la forma de curarla. Ellos, sin embargo, conocían la cura. Gracias a ésto el joven pudo llevar la cura a la enferma y acabó casándose con ella y heredando una gran fortuna. Pero quizá tuvo suerte de que los monjes-tigre nunca hubieran notado su presencia.
Otro patrón curioso en éstas historias es que muchas veces el disfraz de los monjes tigre no era perfecto; en muchas historias chinas y coreanas tienen dificultad para ocultar ciertos aspectos de su apariencia, en especial la cola, así como de comportamiento (por ejemplo, si les ofrecían alguna bebida la bebían a lenguetazos como los animales).

Reading up on weretiger folklore, as I have been for a while now, I found a curious pattern; in many Korean stories (but also some Chinese and Burmese ones), weretigers tend to appear under the appearance of monks. For example, it is believed that the Hangyangbu district suffered from frequent and bloody tiger attacks at one point, and when the legendary general Gang Gam-Chan was asked to investigate, he found that the responsible were actually a couple monks who were really weretigers. Luckily, when found out, they agreed to exile themselves. As soon as the monks left, the attacks stopped for good.
Although dangerous and deceiving, these tiger monks posessed deep knowledge and wisdom on many things, and sometimes this wisdom proved beneficial for regular people. For example, another story speaks of a young man who was very poor. One night, he stumbled upon a gathering of weretiger monks in the forest. He hid and spied on their conversation; they were talking about how the daughter of a very rich and important man from a nearby town was very ill and no doctors could cure her. They, however, knew the cure, and discussed it among each other. The young man cured the girl and ended up marrying her and inheriting a fortune. But maybe he was lucky that the weretiger monks never found out he was spying on them!
Another curious pattern in these stories is that the weretiger's disguise was rarely perfect; in many Korean and Chinese tales they have trouble hiding certain aspects of their appearance, especially the tail, and also of their behavior (for example, if offered a drink they would lap it up like a cat).